La espantada del Bar Stop
CÁDIZ. Actualizado: GuardarEl cierre del Bar Stop ha causado una enorme sorpresa entre los vecinos y empresarios de la zona de Segunda Aguada, donde este negocio ha sido un referente desde hace 50 años. Nadie entiende lo que muchos han tildado como «espantada», y es que una simple mirada al interior del establecimiento hace pensar que la drástica decisión de echar el cierre ha sido tomada sobre la marcha. Los dulces, la repostería y las botellas están colocados en sus lugares habituales, listos para ser servidos, tal y como los empleados lo dejaron hace casi dos semanas. Precisamente, los trabajadores fueron los primeros que se quedaron desconcertados cuando acudieron a sus puestos de trabajo el jueves de hace dos semanas y se encontraron con las puertas cerradas. Dentro quedaron todas las pertenencias que tenían e incluso el tablero donde la vendedora de los cupones de la ONCE que se sitúa justo en la puerta cuelga sus billetes cada jornada. «Tuve que llevar al dueño para que me abriese y poder coger sus cosas. La verdad es que no entendemos cómo ha cerrado porque es un buen negocio», afirmó Meli Martín, que desde que se produjo el cierre, no para de recibir las preguntas de quienes acuden cada mañana a tomar churros. Esta misma opinión se extiende entre los empresarios y vecinos de la zona, como es el caso del secretario de la Asociación de vecinos de la zona, José Pichardo. «Siempre veíamos mucho movimiento en el bar, con una clientela fija y donde venían todos los jóvenes de recogida de la movida. No lo entendemos», aseguró el responsable vecinal, que aseguró que se ha sentido mucho en el barrio esta situación.
«Hay trabajadores que llevan trabajando ahí más de 25 años. Yo conozco a algunos de ellos desde entonces, cuando parábamos en el coche a comprar churros mientras íbamos de camino a Matagorda», añadió otro vecino de la zona, Eduardo Rey, que al igual que José Francisco Mandado, comentaban ayer en la asociación el futuro de los empleados y del negocio. Precisamente, algunos empresarios de la zona apuntaron que el establecimiento volverá a abrir sus puertas en breve, ya que aseguran que hay gente interesada en el local, que precisamente iba bien hasta que el dueño se lo alquiló al arrendatario actual.