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Podrías ser tú

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No sé por qué extraña razón cuanto más nos se nos aprieta el cinturón hay personas cuya generosidad es mayor. Habrá que creer en la bondad del hombre. Será que al pasar todos por los apuros de pagar hipótecas, medicinas, impuestos, perder empleos, empatizamos más con el de al lado mientras que antes quizá preferíamos mirar hacia otro lado. Ahora, la cosa se ha puesto seria y parece que empezamos a creernos que los próximos podemos ser nosotros. Los rostros de los que duermen en la calle ya no son sólo de aquellos que perdieron la batalla de la droga, la bebida o el juego, ahora, el frío también le da miedo a tu vecino. Al de toda la vida, con el que jugabas de pequeño o siempre has dejado a tus hijos.

Quizá por esa cercanía, por ese pavor que nos da imaginarnos simplemente sobre el alambre del precipicio, la solidaridad es cada vez mayor. Estos días sin ir más lejos se ha visto con gente de nuestra provincia. Como se vio en Navidad cuando el banco de alimentos se desbordó o como cuando cada vez participa más gente en las manifestaciones.

El lunes por la mañana decenas de personas gritaban contra el deshaucio en El Puerto. El juez ordenaba la suspensión del desalojo para continuar la negociación con el banco y daba así un respiro a las cinco familias de La Caridad que veían ya perdidas sus casas. Ya ocurrió hace unos meses con otra vecina de Chiclana.

También pasaba ayer en Granada, donde una familia portuense lleva casi un mes malviviendo en un camión cerca del hospital donde van a operar de cáncer a la hija, una joven de 28 años. Tras conocerse su situación, un promotor les ofrecía dormir en una vivienda durante el tiempo que dure el ingreso.

Éstas son tan solo dos historias pero hay cientos en los que la generosidad del otro te coge fuerte la mano para que no caigas. Prefiero entonces quedarme con eso, la empatía. Creer que todavía hay gente que sabe mirar de frente a los ojos del ajeno y sentir ese miedo como propio. Es lo único que nos queda. Quizá siga habiendo gente buena. Héroes anónimos que te ayudan a creer que sólo juntos podremos salir de ésta.