![](/cadiz/prensa/noticias/201302/20/fotos/6232764.jpg)
A un paso de un déficit suavizado
El vicepresidente de la Comisión, Olli Rehn, ofrece más señales de que el viernes podría relajar el ajuste español ante la recesión Bruselas baraja ampliar hasta 2015 el plazo para reequilibrar las cuentas públicas
BRUSELAS. Actualizado: GuardarEl vicepresidente económico de la Comisión Europea, Olli Rehn, ofreció ayer nuevas señales de que podría suavizar el déficit de España. El responsable finlandés hizo hincapié en que las metas de gasto deben adaptarse a la situación «específica» de cada país y flexibilizarse si la recesión empeora. Estos requisitos se completan con la exigencia de que no se altere el rumbo con los ajustes y el saneamiento de las finanzas públicas. Aunque la situación española encaja casi a la perfección en el patrón comunitario, el veredicto no se conocerá hasta el viernes. Entonces, Rehn desvelará si amplía hasta 2015 el plazo para alcanzar el límite del 3% en las cuentas, una prórroga que permitirá dosificar los recortes.
El vicepresidente del Ejecutivo comunitario presentará pasado mañana las previsiones económicas de invierno. El análisis incluye las proyecciones de crecimiento, desempleo y déficit. Con estos datos sobre la mesa, aclarará si concede más tiempo a España para equilibrar las cuentas. Según las exigencias actuales, el Gobierno debería cerrar 2013 con un desfase máximo del 4,5% como paso previo a alcanzar la meta del 3% el año próximo. Hace unos meses, sin embargo, la Comisión ya admitió que estos objetivos eran muy difíciles con la trayectoria actual. Bruselas cree que en 2012 el déficit se fue muy por encima de lo pactado y rondará el 7% sin tener en cuenta el rescate bancario.
Pese a asumir que España se habría salido del camino trazado, el responsable finlandés remarcó a finales del año pasado que no se pedirían más ajustes al Gobierno. El gesto marcó una nueva etapa en la política comunitaria, que hasta entonces consideraba sagrados los límites de déficit. El cambio se justificó por el impacto de la recesión. En lugar de medir el resultado de los ajustes a la hora de reducir el desfase, Bruselas se fijó en el gran esfuerzo realizado con la crisis golpeando de lleno. Con los mercados más calmados, Rehn parece dispuesto a perseverar con un enfoque cercano a los postulados del FMI. Ayer, recalcó la importancia de «diferenciar» entre países para lograr un crecimiento «sostenible».
Plan a medio plazo
España podría estar a un paso de aminorar el ritmo de los ajustes, pero la prórroga conllevará condiciones. El responsable escandinavo subrayó que los gobiernos deben demostrar su compromiso con unas finanzas sólidas a medio plazo. La advertencia, en realidad, tampoco puede coger de sorpresa al Gobierno. Rehn lleva meses insistiendo en que España debe concretar sus medidas de ajuste para 2014, reclamación que podría extenderse más en el tiempo si se flexibiliza el déficit. En una intervención en Bruselas el lunes, el presidente del BCE, Mario Draghi, mostró su oposición a suavizar el déficit por la pérdida de credibilidad que podría suponer ante los mercados. Además, pidió a los socios que preparen planes de recortes plurianuales.
El Gobierno de Rajoy no será el único que siga muy de cerca la comparecencia de Rehn del viernes. Francia también confía en que se le otorgue un año más -hasta 2014- para alcanzar el límite del 3%. El primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, admitió la semana pasada que este ejercicio superarán en medio punto el límite fijado. Pese a reconocer el incumplimiento, insistió en que mantienen su plan de equilibrar completamente las cuentas en 2017. Alemania, en cambio, no cruza los dedos para recibir ninguna prórroga. Ayer, las cifras de empleo constataron la envidiable salud de sus finanzas. El país germano batió a finales de 2012 su récord de ocupación con casi 42 millones de cotizantes a la Seguridad Social.