Una decena de mails implican por partida doble al Rey en los negocios de Urdangarin
Los correos aportados por Torres revelan que don Juan Carlos habría mediado para que el duque presidiera la fundación de Corinna
MADRID. Actualizado: GuardarSon una decena larga de correos, la mayoría cruzados entre Diego Torres, Iñaki Urdangarin y la amiga del Rey Corinna zu Sayn-Wittgenstein, aunque también entre empleados del grupo Nóos. Son, hasta el momento, los correos electrónicos más comprometedores para la Corona que ha aportado el exsocio del duque a la causa. Esos documentos hablan una y otra vez de supuestas gestiones de don Juan Carlos a favor de los intereses particulares de su yerno para dos empresas muy concretas: que se convirtiera en 2004 en presidente en España de la fundación deportiva a la que ya pertenecía la noble alemana. Y, tres años después, para que Urdangarin y Torres se hicieran con patrocinadores para el sindicato náutico 'Ayre', el proyecto de cien millones de euros para que un segundo barco español compitiera en la Copa del América en Valencia bajo el control de la fundación que sustituyó al Instituto Nóos.
Siempre según los correos electrónicos, la primera vez que el Rey se implicó en los negocios de Urdangarin fue entre junio de 2004 y febrero de 2005, cuando el duque era todavía presidente del Instituto Nóos y la fundación se encontraba en pleno auge, organizando los dos grandes negocios con las administraciones autonómicas, los Valencia Summits y los Balears Forum, que supusieron ingresos de más de seis millones de euros para el instituto.
Todo empieza en junio de 2004, el duque envió un mail a la princesa con su currículum, dejando claro que lo hace «por indicación de Su Majestad, Juan Carlos I, Rey de España». El intercambio epistolar, siempre en inglés, continúa entre ambos en los meses posteriores, con la promesa de Corinna de que está presionando para convertirle en presidente en España de la prestigiosa fundación Laureus. Incluso de que está «negociando su salario» para obtener «lo más posible».
En julio de ese año, la amiga del Rey ya habla de conseguir un sueldo anual, al margen de lo que ya se embolsaba en Nóos, de unos 200.000 euros, que sumando los bonus podría llegar a los 250.000. La cosa va viento en popa y en enero, Urdangarin envía a la aristócrata el número de la cuenta de La Caixa que comparte con la infanta.
«Pongo en copia a tu suegro», le dice Corinna al duque el 22 de febrero de 2005, cuando le informa de las últimas gestiones sobre su candidatura al puesto de 'Chairman' (presidente) de la Laureus en España y, sobre todo, le informa de sus condiciones salariales. En particular de que «todos los pagos se le realizarán a través de una estructura global británica». El hecho de que el jefe del Estado estaba informado de estas gestiones se confirma en otro mail. Es el 10 de febrero de 2005, la empleada de Nóos Luisa Massuet escribe a Sayn-Wittgenstein una carta sobre el lobby para conseguir que Urdangarin sea presidente de la fundación Laureus. Al final del correo, Massuet, escribe: «Te aviso que Su Majestad Juan Carlos I, Rey de España, también recibe una copia (de esa carta de lobby)».
«Su Majestad me comenta.»
El otro punto en el que aparecen reiteradas referencias al monarca y al resto de la Familia Real es por su presunta intermediación a la hora de echar una mano a Torres y Urdangarin en el proyecto 'Ayre', auspiciado por la sucesora de Nóos, la Fundación Deporte Cultura e Integración Social (Fdcis). Estas supuestas gestiones se producen solo meses después de que la Zarzuela, según la versión que dio en su día la Casa Real, ordenara al duque dejar el Instituto Nóos y romper con su socio. Sin embargo, precisamente alguno de los correos en los que se hace referencia a la intervención de don Juan Carlos son entre Urdangarin y Torres. «Diego, a ver si mañana hablamos un minuto porque es importante. Su Majestad me ha comentado un posible patrocinador importante y al irme el domingo (a Estado Unidos) quiero dejarlo en tus manos bien atado», explica Urdangarin a Torres el 12 de octubre de 2007, casi un año y medio después del supuesto ultimátum de la Zarzuela para que pusiera tierra de por medio con el profesor de Esade.
En otro de esos correos, fechado el día siguiente, Urdangarin se jacta ante el jefe del proyecto 'Ayre', el regatista Pedro Perelló, del apoyo del jefe del Estado a su idea, que luego nunca terminó de cuajar. Al tiempo, rechaza las críticas de Agustín Zulueta, entonces director general del Desafío Español, el proyecto original 'made in Spain' de la Copa del América. Zulueta llegó a escribir un mail al yerno del Rey en el que reprochaba que estuviera intentado arrebatarle los «actuales patrocinadores» de su equipo usando «documentos en los que aparecen personalidades como destacados miembros en el organigrama del equipo Ayre». Urdangarin situó como presidente de esa iniciativa náutica al Príncipe de Asturias y como asesoras a Cristina y Elena de Borbón.
«Su Majestad me ha vuelto a comentar las ganas que tiene de que el proyecto salga adelante», comenta el yerno del Rey a Perelló. «No quiero valorar a Zulueta porque lo que a mí me importa es Ayre y el compromiso asumido por las personas de nuestro alrededor. Sobre vender la participación de la Familia (Real) en el proyecto cuando quien tú sabes (el Rey) nos está ayudando como lo está haciendo, no creo que sea el mejor camino. Sobre todo, porque mi experiencia me dice que el perfil bajo es mejor compañero de viaje que la venta excesiva de los activos», avisa el duque de Palma.