Correa habla con los periodistas instantes antes de depositar ayer su voto en un colegio electoral de Quito. :: JOSÉ JACOMÉ / EFE
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Correa hace historia en Ecuador

El líder de la izquierdista Alianza País obtiene su tercer y último mandato y amplía su mayoría para consolidar sus reformas económicas y sociales

LA HABANA. Actualizado: Guardar
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Rafael Correa ganó ayer con rotundidad y sin sobresaltos su tercera y última reelección presidencial en Ecuador. El líder de Alianza País hizo historia en una nación que entre 1996 y 2006 tuvo ocho presidentes, tres de ellos derrocados. A medida que los resultados oficiales fueron confirmando durante la noche las últimas encuestas de intención de voto -que le anunciaban entre el 64% y el 68% de apoyo- quedó claro el triunfo de Correa. Con más del 30% de ventaja sobre el más destacado de sus siete oponentes, desbarató cualquier perspectiva de segunda vuelta.

La gran mayoría de los 11,6 millones de electores revalidó la continuidad de la 'Revolución Ciudadana' frente a los llamamientos al cambio de rumbo planteados por la oposición, en una jornada dominada por la normalidad. La participación, obligatoria para los votantes de 16 a 65 años, fue elevada, también entre los 136.000 ecuatorianos que emitieron su voto en España.

Además de la presidencia y la vicepresidencia se elegían 137 diputados de la Asamblea Nacional. Obtener la mayoría parlamentaria -las últimas encuestas le aseguraban entre el 60% y el 65% de los escaños- es crucial para la intención de Correa de profundizar sus políticas económicas y sociales.

El jefe del Estado, economista de 49 años formado en EE UU pero con un discurso antiliberal y fuertes vínculos con otros gobiernos de izquierda latinoamericanos, votó a primera hora en el norte de Quito. «Aquí ya hay un ganador, que es Ecuador; lo lindo de la democracia es que el ciudadano tiene el futuro en sus manos», declaró Correa al invitar a «votar con responsabilidad y alegría».

El elocuente mandatario -enfrentado con numerosos medios de comunicación privados que, en su opinión, lo satanizan- prometió cambios en su primera cita con las urnas, en 2006, y los llevó a cabo ya en la presidencia. Conquistó su segundo mandato en 2009 después de reformar la Constitución. Correa es el único dirigente que ha terminado un período presidencial en Ecuador en los últimos 20 años.

Talonario estatal

A sus simpatizantes les encanta su imagen de líder populista que lucha contra los ricos para atender a los pobres. Sus adversarios lo presentan como autoritario, intolerante, que persigue a sus oponentes y es el azote de la libertad de expresión y de la libre empresa. La oposición sostiene que abona su éxito con la ampliación de sus poderes presidenciales y el uso del talonario estatal, abultado por la subida de los precios del petróleo, el aumento de impuestos y los préstamos acordados con China.

Correa tiene garantizados otros cuatro años de su 'Revolución Ciudadana' en una nación de economía dolarizada y poco diversificada, donde la exportación de petróleo proporciona el 60% de los ingresos estatales. El banano, el café y el cacao representan el 20% y otro tanto los productos semimanufacturados. Ecuador produce cada día 504.000 barriles de crudo, de los que vende 394.000 que le proporcionan unos ingresos de 8.750 millones de euros para infraestructuras y proyectos sociales.

Antes de llegada de Correa al poder, los ecuatorianos huían de la pobreza emigrando a Estados Unidos y España, entre otros destinos. Sus remesas eran fuente de ingresos para el país y sus familias. En 2011, el crecimiento fue del 8%; el año pasado se redujo, pero aún alcanzó el 4,8%. La pobreza se sitúa en el 27% y el desempleo, en el 5%. Para profundizar su proyecto de país, Correa está obligado a seguir luchando contra la pobreza y seguramente ampliará el papel del Estado.