El Parlamento es junto a las diputaciones provinciales una de las instituciones peor valorada por los andaluces. :: J. CARO. EFE
ANDALUCÍA

Irritados con la política

El PSOE ganaría las elecciones, pero bajaría en votos, mientras que el PP se desploma e IU crece, según un sondeo de la Universidad de Granada Más del 70% de los andaluces siente desconfianza e irritación hacia los gobernantes e instituciones

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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La mala imagen de los políticos está contaminando el propio sistema democrático y ha empezado a convertirse en el principal problema para una clase dirigente cada vez más vapuleada en las encuestas. Si el pasado diciembre resultó una sorpresa que el sondeo del Instituto de Estudios Sociales y Avanzados de Andalucía (IESA) desvelase que un 58% de andaluces estaba poco o nada contento con la democracia, un nuevo sondeo oficial de nuestra comunidad, el de la Universidad de Granada, constata al alza esta desconfianza. Hasta un 80,7% dice conformarse poco o nada de cómo funciona el sistema democrático que ha devuelto a este país la libertad y cuotas de bienestar social desconocidas en siglos.

El Estudio General de Opinión Pública de Andalucía (Egopa), presentado ayer por la directora del Centro de Análisis y Documentación Política y Electoral de Andalucía (Cadpea), Carmen Ortega, y el profesor Ángel Cazorla, ofrece datos demoledores hacia los políticos y las instituciones públicas. Ninguna, salvo las universidades (6,21) y el Defensor del Pueblo (5,4), aprueba. Las diputaciones provinciales (3,38) y el Parlamento (3,56) son las peor valoradas. Pero el resto tampoco puede ponerse moños: La presidencia de la Junta consigue un 3,84; el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), un 3,74; la Fiscalía Superior de Justicia de Andalucía, un 4,09; el Consejo Consultivo, un 3,59; y el ayuntamiento de su ciudad, un 4, entre otros.

La crisis económica se ha llevado por delante cualquier atisbo de confianza en las instituciones y sobre todo en los partidos políticos. El 77,3% de los encuestados reconoce que no se siente identificado con ningún partido. Los profesores Carmen Ortega y Ángel Cazorla subrayaron cómo siete de cada diez ciudadanos revelan un desapego grande hacia la política: un 45,8% expresan sentimiento de desconfianza, pero hay otro 27,3% que elevan el grado de descontento al de irritación. Apenas un 12% muestra algún sentimiento positivo hacia la política.

Los principales problemas

Para el 72% de los encuestados la situación política en Andalucía es mala o muy mala, aunque Ortega apunta que siendo muy negativa esta percepción, es menos de la que tienen sobre la situación en España, donde el 81% la ve terrible.

El paro y la situación económica tiene buena culpa de ello. Por algo se han instalado como los principales problemas que perciben los ciudadanos en todas las encuestas. En la del Egopa también coinciden como tercer y cuarto problema la clase política y la corrupción, pero es novedad que los ciudadanos empiecen a tomarse como cuestiones preocupantes la sanidad y la educación. Un dato que refleja el grado de influencia de los recortes de los gobiernos central y autonómico.

Al no haber elecciones a la vista, la tensión electoral se disipa, pero los responsables de esta encuesta han coincidido con la del IESA de diciembre en constatar la caída importante del PP, que pierde casi seis puntos respecto a las elecciones de hace casi un año; la pérdida también de apoyos del PSOE casi un punto y el ascenso de Izquierda Unida y de UPyD, las dos formaciones que están canalizando el descontento con los grandes partidos de gobierno.

Según la estimación de voto de este estudio, el PSOE ganaría con el 38,1% de los votos, casi cuatro más que el PP (34,4%), de celebrarse ahora las elecciones autonómicas. Pero si el PP perdería 6,2 puntos respecto a los comicios del 25M (40,65%), el PSOE también sería castigado con un punto (39%). Lo que sí es cierto, y así lo destacó el vicesecretario general del PSOE, Mario Jiménez, es que el PSOE volvería a ser la primera fuerza en Andalucía. Al PP le pasaría factura no solo la crisis económica y los recortes del Gobierno de Mariano Rajoy, sino el cambio de liderazgo al sustituir Juan Ignacio Zoido a Javier Arenas en julio pasado.

Izquierda Unida experimentaría un importante ascenso al situarse en el 14,2% frente al 11,34% de las elecciones. UPyD es el otro beneficiado, al subir a 6,4% frente al 3,3% que cosechó el 25M. La abstención, no obstante, superaría el 46%.