Confidencias. John Major sucedió a Margaret Thatcher al frente del Gobierno británico. :: REUTERS
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John Major cree que la consulta sobre la UE será una 'cura' política

El ex primer ministro británico dice que la relación con Europa ha estado «a punto de destruir al Partido Conservador»

LONDRES. Actualizado: Guardar
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David Cameron ha prometido un referéndum sobre Europa en 2017, que podría ganar si logra reformas que satisfagan al euroescepticismo británico. Se celebraría después de las elecciones de 2015. Hay gente que lo ha calificado como una arriesgada apuesta, pero no es comparable con la tarea que tenía John Major cuando heredó la jefatura de Gobierno al final de noviembre de 1990.

Margaret Thatcher había sido defenestrada por su grupo parlamentario creando una división fratricida; el Ejército estaba desplegado con otros aliados en Arabia Saudí para desalojar a las tropas iraquíes de Kuwait; la Unión Soviética se había derrumbado y países del Pacto de Varsovia pedían abrigo a la entonces Comunidad Económica Europea; había graves tensiones nacionalistas en Yugoslavia y las repúblicas Federal y Democrática se habían unido en una nueva Alemania. Los países miembros de la CEE negociaban un tratado que definiría la Unión de hoy. Incluía el diseño de una unión monetaria.

Major tenía 17 meses para surcar estas aguas y ganar las elecciones de abril de 1992, para lo que le resultaba imprescindible lograr que los países de la CEE aceptasen que Reino Unido no participaría en la moneda única ni en la política social de la nueva UE. Logró las exclusiones y la victoria electoral, aunque los laboristas de Tony Blair incorporaron después a los británicos a las regulaciones laborales comunes.

Major pronunció ayer un discurso en el Real Instituto de Asuntos Internacionales, pocas semanas después de que Blair expresara en el mismo foro una idea similar: Reino Unido debe liderar áreas de interés general en la UE si no quiere ser percibido como el pariente enojoso que solo piensa en lo suyo, y si lo hace tendrá más posibilidades de lograr los cambios que propone: menos burocracia, más subsidiariedad, completar el mercado común...

Pero, en contra de lo que expresó Blair, a John Major la convocatoria del referéndum le parece una excelente idea. «Es una apuesta», reconoció, «para el país y para el Partido Conservador. La relación con Europa ha envenenado la política británica demasiado tiempo, ha distraído al Parlamento de otros asuntos y estuvo a punto de destruir el Partido Conservador. Ha llegado el momento de resolver el problema».

Maastricht

Major recomendó a Cameron que nombre un jefe negociador con asiento en el Gabinete y que no practique la diplomacia de megáfono sino la persuasión en conversaciones privadas y la formación de alianzas con otros Estados miembros. Cree que se puede llegar a un buen acuerdo pero recomienda también que los líderes conservadores se olviden de esa sección de su partido y del electorado a la que solo la retirada convencería.

Major labró su prestigio en la negociación del Tratado de Maastricht. Había propuesto una moneda común que conviviera con las nacionales. «Buena política, pero la propone el país equivocado», dice que le dijo François Mitterrand. Helmuth Kohl aceptó las exclusiones británicas del euro y de la legislación social. Pero Alemania presionó para reconocer a Eslovenia y Croacia, lo que desembocó en una guerra.