Rubalcaba hace pública su retribución en el Congreso. :: J. GARCÍA
ESPAÑA

Rubalcaba exhibe un sueldo dos veces inferior al de Rajoy cuando lideraba la oposición

El líder del PSOE afirma que ya ha reclamado a Hacienda dos certificados para hacer el mismo 'striptease' que el jefe del Ejecutivo

MADRID. Actualizado: Guardar
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No quería entrar al trapo, pero al final no ha tenido escapatoria. Alfredo Pérez Rubalcaba anunció ayer que se desnudará fiscalmente exactamente igual que hizo hace diez días Mariano Rajoy. Y, de paso, se dio la satisfacción de presumir de austeridad. Papel en mano, el secretario general del PSOE subrayó que su sueldo como líder de la oposición asciende a 55.649 euros anuales, descontadas las dietas. El del hoy presidente del Gobierno cuando era jefe de la oposición, en 2010, era, según su propia declaración, de largo más del doble, 135.416 euros y en 2011 llegó a 144.738 euros.

La diferencia entre ambas cantidades está en que, además de cobrar del Congreso, Rajoy siempre cobró de su partido -una vez en el Gobierno no puede hacerlo por incompatibilidad legal-, mientras que Rubalcaba no recibe, según sus palabras, «ni un euro» del PSOE. «La cuestión es -dijo el líder socialista durante una comparecencia en la cámara baja- de dónde salía esa otra aportación, sobre todo cuando todos sabemos el origen turbio de los dineros del PP».

Rubalcaba se había resistido hasta ahora a destripar sus cuentas, más allá de la declaración de bienes y rentas de 2011 que ya está publicada en la página web del Congreso, porque consideraba que eso significaba dar su brazo a torcer frente a una estrategia de respuesta de los populares tras el estallido del 'caso Bárcenas'. Y aún lo cree así. «En mi declaración no van a encontrar la respuesta a los dineros del PP ni a los 22 millones de Bárcenas en Suiza -advirtió-; no vamos a contribuir a que el caso Bárcenas se transforme en el caso de las cuentas de los políticos».

El empeño de los populares, y del propio Rajoy, en negar la más mínima legitimidad a su discurso hasta que no imitara el 'striptease' del jefe del Ejecutivo ha acabado, sin embargo, haciendo mella. El líder del PSOE ya ha solicitado a Hacienda dos certificados «en los mismos términos» que los presentados por el presidente del Gobierno en la página web de la Moncloa, aunque aún no ha decidido cuándo hacerlos públicos.

Su formación envió ayer una propuesta al resto de los grupos parlamentarios, como ya había anunciado el lunes, para hacer aún más exigentes los requisitos de transparencia que se aplican a todos los miembros del Gobierno, a los altos cargos de la Administración y a los parlamentarios de las Cortes Generales. La intención es que se apruebe dentro de dos semanas como resolución del Debate del estado de la Nación. Entonces, Rubalcaba haría su 'desnudo' fiscal. «Estoy seguro de que va a salir adelante», afirmó.

Más detallado

Si su predicción no falla, los cargos públicos estarán obligados a presentar un certificado que demuestre que no tienen deudas con Hacienda, otro de la declaración de la renta y uno más con los datos fiscales correspondientes a los rendimientos de trabajo estén o no sujetos a gravamen, es decir, incluidas dietas o gastos de representación, algo que no está en los papeles de Rajoy.

Además, los documentos deberán actualizarse de manera anual y no al principio y al final del mandato como ocurre ahora. Y, asimismo, habrá que entrar mucho más al detalle tanto en la declaración de bienes y de patrimonio como en la de intereses y actividades. Por ejemplo, habrá que declarar automóviles, embarcaciones, aeronaves, joyas, obras de arte y, en general cualquier bien mueble cuyo valor supere los 2.500 euros, que es la cantidad máxima que legalmente puede pagarse en efectivo.

Como toda respuesta, el vicesecretario de Organización del PP, Carlos Floriano, recomendó a Rubalcaba enseñar sus cuentas. «Tiene casi un millón de euros en activos financieros -alegó haciendo referencia a los datos conocidos, ya colgados en la web del Congreso- ¡un dirigente socialista!; mejor no entrar en comparaciones...». «Que se deje de cuentos y presente las cuentas», resumió.