Varios coches quemados en las protestas en Túnez. :: F. BELAID / AFP
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La dimisión de tres ministros agudiza la crisis política de Túnez

Reprueban la decisión del primer ministro de formar un Ejecutivo de tecnócratas como respuesta al asesinato del líder opositor laico

TÚNEZ. Actualizado: Guardar
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Túnez parece encaminado a medida que pasan las horas al desmoronamiento de su frágil sistema político. El asesinato del líder opositor laico Chokri Belaid sigue ahondando la fractura del Gobierno y sus aliados. Prueba de ello fue la dimisión ayer de tres ministros y dos secretarios de Estado pertenecientes al partido Congreso Por la República (CPR), que junto a la formación Akkatol se aglutinan en una coalición que lidera la fuerza islamista Ennahda.

La salida del Ejecutivo es una reacción más contra la decisión del primer ministro, Hamadi Jebali, de formar un gabinete compuesto por tecnócratas. De lo contrario ha amenazado con renunciar al poder. Su propuesta -que persigue dotar de legitimidad al Gobierno tras la muerte de Belaid- ni siquiera cuenta con el apoyo del líder de su partido y abanderado del ala radical de Ennahda, Rached Ganuchi. «Nuestra formación es muy rigurosa. Las divergencias de opinión existen y se expresan con total libertad. Es por eso que pienso que la unidad no está amenazada», señaló ayer.

La realidad, en cambio, se aleja bastante del mensaje de aparente conciliación difundido por Ganuchi y precisamente la evidente falta de acuerdo con su Jebali -su número dos- ha provocado ya la caída de las primeras fichas del Ejecutivo. El consejero del presidente tunecino y uno de los máximos dirigentes del CPR, Samir Ben Amor, fue claro al explicar la renuncia de los cinco miembros integrados en la alianza gobernante. «Esta dimisión es una forma directa de señalar nuestro desacuerdo total con el plan del primer ministro de formar un nuevo Gobierno compuesto por tecnócratas», señaló. «El CPR-de tendencia laica- promueve junto a Ennahda un Gabinete de representantes políticos y otros técnicos», precisó.

Postura inamovible

La salida de los titulares de Empleo y Formación Profesional, Patrimonio, así como el de Asuntos de Mujer y Familia, no ha variado la postura de Jebali, que ayer prefirió guardar silencio sobre lo ocurrido y quien, antes de aceptar las cartas de dimisión, mantuvo una larga reunión que se dilató hasta la madrugada del sábado con los miembros del CPR. «Presentaré el equipo como muy tarde a mediados de esta semana. Si es aceptado continuaré asumiendo mis funciones de jefe de Gobierno; si no, pediré al presidente de la República, Moncef Marzuki, que busque a otro candidato para componer un nuevo Ejecuttivo», dijo el primer ministro a la cadena France 24.

La caída del Gobierno añadiría mayor inestabilidad a un país víctima de una creciente crisis económica y asediado por los conflictos sociales de una población harta por la falta de avances de la transición. El atentado contra Belaid incorporó un nuevo ingrediente que hizo saltar la indignación popular. Por ese motivo, Jebali explicó que se vio forzado a actuar. «Tuve que anunciar la creación de un nuevo Ejecutivo sin consultar a los partidos políticos el día del asesinato por el miedo a que Túnez se hundiera en el caos y la irracionalidad», admitió.

El Ejército permanecía desplegado y las fuerzas del orden se mantienen en alerta. Mientras, comienzan a articularse concentraciones del ala radical de Ennahda para defender «la legitimidad de las urnas».