ES EL MOMENTO

Es el momento. Ahora que todos los gaditanos-cadistas están más preocupados de poder escuchar bien el tango de Pastrana en El Cañón, o de encontrar al cuarteto del Gago para animarle después del enésimo e injusto varapalo que ha sufrido en el Falla, ahora que muchos otros toman una copita con sus amigos mientras se olvidan de las penurias que depara el día a día, ahora que el Cádiz juega fuera de Carranza y no hay que sufrir con su juego... Ahora, más que nunca, ahora que muchos cadistas ‘pasan’ de su equipo y se centran en beber, escuchar y pasar un buen rato... Ahora es cuando los de Agné tienen que dar el alegrón al personal para que tenga un Domingo de Coros como Dios manda.

Es el momento. Habrá incluso cadistas que estarán al tanto de lo que pase en Lepe a través de los móviles, twitter o aparatos de radio que cada cual tenga a su disposición. Serán los menos, pero seguro que muchos otros revolotearán alrededor de éstos para ver si suena la flauta y puede caer un brindis por los muchachos de Agné.

Y sobre todo, es el momento de poner tierra de por medio con la zona que marca el delirio. Poco a poco, este Cádiz quiere remar hacia arriba y sería bonito creer en el milagro. Pero para creer, hay que ganar hoy. De lo contrario, el cadismo que hoy se divierte en las calles de Cádiz seguirá bebiendo para olvidar y maldecir a un equipo que le lleva por la calle de la amargura desde que el Lugo saboteara un ascenso con la encomiable ayuda de un árbitro y de varias cosillas más que ahora no vienen al caso.

Hoy toca cantar tangos, cuplés, estribillos, romanceros, popurrits y lo que se tercie, pero lo que verdaderamente le toca al Cádiz es cantar goles. Sólo así el aficionado utópico, optimista, ingenuo o como quieran llamarlo, podrá irse a la camita, además de con un matasuegra y la carita perjudicada, con una ilusión vestida de amarilla.