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Las Pussy Riot acuden al Tribunal Europeo de Derechos Humanos
Las componentes del grupo ruso, que cumplen condena por arremeter contra Putin, consideran que no tuvieron un juicio justo
MOSCÚ. Actualizado: GuardarLas tres componentes del grupo punk ruso Pussy Riot han presentado un recurso ante el Tribunal Europeo de Derecho Humanos de Estrasburgo por considerar que el juicio en el que fueron condenadas a dos años de cárcel no fue justo y se violaron deliberadamente sus derechos como acusadas. La noticia fue dada a conocer por sus abogados en declaraciones al diario ruso Kommersant y ayer aparecía publicado el artículo al respecto. Los letrados Yonko Grózev e Irina Jrunova afirman que a sus defendidas, Ekaterina Samutsévich, María Aliójina y Nadezhda Tolokónnikova no se les permitió comunicarse con sus abogados durante el juicio.
El tribunal se negó además a interrogar a los expertos que examinaron el vídeo que Pussy Riot difundió en YouTube tras su polémica actuación en el altar de la Catedral de Cristo Salvador de Moscú, el 21 de febrero del año pasado. Los juristas rusos aseguran que en su sentencia condenatoria dictada el 17 de agosto de 2012 el Juzgado moscovita de Jamóvniki conculcó varios artículos de la Convención Europea de Derechos Humanos relativos a la libertad de expresión, libertad personal e inviolabilidad, prohibición del uso de la tortura y derecho a un juicio justo.
Las condiciones de reclusión de las reas es otro de los aspectos puestos en cuestión. Tolokónnikova, que cumple su pena en la colonia número 14 de la república de Mordovia, a 600 kilómetros al sureste de Moscú, se sintió mal la semana pasada y tuvo que ser trasladada a un centro sanitario.
«Mala conducta»
Peor lo está pasando Aliójina que, además de llevarse mal con el resto de las internas, ha sido castigada ya tres veces en celda de castigo por levantarse tarde. Está recluida en un gulag, los antiguos campos de concentración estalinista, cerca de la ciudad de Perm, a 1.500 kilómetros de la capital rusa. Por culpa de estas faltas le ha sido negado la solicitud de posponer el cumplimiento de su condena hasta que su hijo, que tiene cuatro años, alcance la adolescencia. Tal posibilidad está contemplada en la legislación rusa, pero el fiscal incidió precisamente en su supuesta «mala conducta» para impedir el aplazamiento. Tolokónnikova es también madre de una niña pequeña, pero no ha pedido tal prorroga. De las tres convictas la única que está en libertad condicional es Samutsévich, según una decisión judicial adoptada en octubre, pero la sentencia no ha sido levantada.
Las tres mujeres, junto con otras dos compañeras, protagonizaron un concierto-oración en el templo más importante de Moscú implorando a la Virgen que libere a Rusia del yugo de Putin. Iban ataviadas con máscaras y leotardos multicolores. Su detención se produjo un mes después y el pasado agosto fueron reconocidas culpables de «gamberrismo motivado por odio religioso».