Sociedad

Los rectores atacan la reválida de Wert y apuestan por la selectividad

La presidenta de la CRUE cree que esta prueba es más «objetiva» que las entrevistas personales a los alumnos que permite la Lomce

MADRID. Actualizado: Guardar
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La universidad española no está conforme con las medidas del Gobierno en materia educativa. En una semana de paros y protestas de los estudiantes por los recortes y la cada vez más cercana aprobación de la Ley Orgánica de la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce), la presidenta de la Confederación de Rectores de Universidades Españolas (CRUE), Adelaida de la Calle, quiso denunciar ayer la falta de inversión pública en investigación, defendió la selectividad como modelo de acceso a la enseñanza superior en contra de la nueva propuesta del Ministerio. Además criticó la «estigmatización» a la que se está sometiendo a la universidad.

«Si algo funciona bien no lo cambies». Con esta sencilla frase la presidenta de la CRUE defendió la selectividad como mejor fórmula para acceder a la universidad. En su opinión, el elevado número de aprobados que se producen en esa prueba -y que muchos consideran una muestra de su ineficacia- se debe a que «los filtros se producen antes». Es decir, que la selección o criba está en los cursos anteriores.

El Gobierno propone en su reforma educativa que tras la reválida o evaluación final del Bachillerato las universidades puedan realizar otros exámenes o pruebas extra como una entrevista personal para seleccionar a sus alumnos. El ministerio que dirige José Ignacio Wert considera que de esta forma se favorece la autonomía de los centros. Sin embargo, esta argumentación no convence a los rectores. «Preferimos un modelo intermedio y no dejarlo todo en manos de un modelo de entrevistas donde los criterios son más objetivos», aseguró la rectora de la Universidad de Málaga. Ese peligro, que también ha sido denunciado por los sindicatos, consiste en la pérdida de la objetividad de unos exámenes iguales para todos (selectividad) para acceder a a la misma carrera. Para tratar de evitar esto, el Gobierno asegura que busca fórmulas para homogeneizar esas pruebas entre los distintos centros.

Otro de los caballos de batalla entre el ministerio y los rectores tiene que ver con los recortes, en concreto, la reducción presupuestaria en I+D. La presidenta de la CRUE fue muy crítica con la falta de inversión en investigación. «Las universidades son el departamento de I+D de las empresas de este país», explicó al recordar el papel clave que representa la universidad en este sentido ante la falta de inversión privada. De hecho, el 60% de los artículos científicos que publican investigadores españoles proceden de estudios realizados en la universidad. Por eso mismo, consideró que los recortes son incompatibles con la inversión en investigación. «Sin I+D España perderá productividad», afirmó De la Calle.

El rechazo de la CRUE a los ajustes en esta partida -que alcanza el 80% en gastos no financieros- ya se escenificó con un manifiesto firmado por todos los rectores de universidades públicas en el que denunciaban el abandono del Gobierno en la investigación universitaria. En aquel escrito los 50 rectores advirtieron de la «asfixia económica» de la universidad y del «deterioro irreparable» a medio y largo plazo. Sin embargo, a pesar de las quejas los rectores creen que todavía «hay camino por recorrer» antes de respaldar una huelga de docentes, como ya han hecho los profesores de otras etapas educativas.

En cualquier caso, en su opinión, los recortes ponen en peligro la formación de los jóvenes. Un aspecto fundamental para lograr reducir un paro juvenil que según las últimas cifras alcanza el 55%. Pero las estadísticas también demuestran que el número de desempleados entre los titulados universitarios es inferior.

Por otra parte, De la Calle aprovechó el acto en el que también participaron personalidades como el exdirector de la Unesco Federico Mayor Zaragoza o el expresidente de la Comunidad de Madrid Joaquín Leguina para denunciar la «campaña contra la universidad pública» que a su juicio se ha desatado en los últimos tiempos. «La estigmatización de la universidad se produce porque se mantiene independiente del poder político», explicó. Una autonomía que consideró fundamental para el devenir de estos centros. Por ello quiso dejar claro que en España no sobran campus universitarios, aunque reconoció que el sistema es «mejorable» para hacerlo más eficiente.