Violan durante horas a seis españolas en Acapulco tras asaltar su bungalow
Los encapuchados ataron a otros seis españoles, trabajadores en México, que disfrutaban con las jóvenes de un fin de semana en la playa
Actualizado: GuardarUna escapada de fin de semana a un paradisíaco paraje de Acapulco se convirtió para un grupo de españoles en un infierno que no olvidarán mientras vivan. Los protagonistas: seis chicos y seis chicas de diversas provincias españolas, y una mexicana. Dormían en una villa alquilada en un complejo de bungalows de Playa Bonfil cuando un grupo armado y con el rostro cubierto los asaltó en plena madrugada. Tras reducir a los varones atándolos y amordazándolos, violaron en repetidas ocasiones a las seis españolas, de entre 19 y 25 años. El brutal ataque, que está siendo investigado por la Policía, es un nuevo mazazo para la imagen turística del principal enclave playero del Pacífico mexicano, en el Estado de Guerrero, manchado por las sangrientas reyertas de los narcotraficantes.
La pesadilla comenzó sobre las 2.30 del lunes (9.30 hora española) en Playa Encantada. Según las víctimas, el asalto fue obra de cinco delincuentes que llevaban la cara tapada con 'paliacates' (pañuelos). El comando redujo primero al personal de los bungalows 'Babakis', un conjunto de cabañas situadas al lado del hotel Bambudha, a unos 37 kilómetros de Acapulco. Después, se adentraron a punta de pistola en la vivienda en la que estaban los españoles y redujeron a los jóvenes. A los chicos les ataron y amordazaron, según relata el diario 'La Jornada'. Los delincuentes sometieron a las mujeres a continuas vejaciones durante horas.
El padre de una de los jóvenes aseguró a este periódico que su hijo se había puesto en contacto con ellos para decirles que estaba «bien físicamente» y que no pudieron hacer nada por las chicas, porque fueron inmovilizados en distintas habitaciones. «Solo hemos podido hablar con él unos minutos», explicó.
Los asaltantes se fueron a las 6.00 horas con dos tabletas portátiles, 16 teléfonos móviles, tres cámaras fotográficas, un MP4, dos tarjetas de crédito y 8.800 pesos (unos 450 euros), además de diversos documentos personales. Poco después, los jóvenes lograron soltarse las ataduras y avisar a la Policía, que llegó media hora después.
La titular de la Procuraduría General de Justicia de Guerrero, Marta Elva Garzón, dijo que estaban «investigando a fondo este asunto». La fiscal evitó dar detalles. «Hay un secreto de sumario y pido que se respete. No podemos dar ninguna pauta», recalcó. Solo confirmó que «a la mexicana no la violaron».
Viaje de vuelta
Los jóvenes emprendieron viaje hacia la capital de México a las 21.30 horas en medio de un despliegue de seguridad y después de haber prestado declaraciones durante casi doce horas. Las seis mujeres también fueron revisadas por los médicos, quienes confirmaron la violación. Representantes diplomáticos y consulares están prestando la «asistencia pertinente» a las víctimas y mantienen contacto «continuo» con las autoridades mexicanas.
La mayoría de los jóvenes llevaban unos meses trabajando en distintas empresas de la capital mexicana, muchas de ellas dedicadas al comercio exterior o el diseño. Procedentes de Barcelona, La Coruña o Salamanca se habían conocido en el país azteca. El grupo aprovechó el 'fin de semana largo', como en México se llama a los puentes -el lunes fue el aniversario de la Constitución-, para hacer una escapada a Acapulco.
El alcalde de la ciudad, Luis Walton Aburto, aseguró en conferencia de prensa que el hecho «es muy lamentable», pero trató de rebajar la gravedad de lo ocurrido recalcando que «esto sucede en cualquier parte del mundo». El regidor reconoció que se trata de «una situación muy delicada» que «afecta Acapulco». Aburto precisó que la única mexicana presente no fue violada, pero si «atada junto con los hombres con cables de teléfonos celulares y cuerdas de trajes de baño y bikinis».
En cuanto se conoció el asalto a los turistas, las autoridades establecieron un fuerte dispositivo de seguridad en la colonia y practicaron algunas detenciones. En cuestión de horas, detuvieron a cinco trabajadores de un taller de motos, aparentemente vinculados con el hecho, y que trasladaron, con la cabeza cubierta con bolsas de plástico negras, hasta la sede de la Fiscalía donde prestaban declaración los españoles. Pero para las siete de la tarde los trabajadores habían sido puestos en libertad.