Economia

La incertidumbre política hunde las Bolsas y dispara la prima española de riesgo

Los inversores temen que el goteo de informaciones sobre corrupción reedite los momentos más duros de la crisis del euro

MADRID. Actualizado: Guardar
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Sobresalto en medios económicos y financieros, porque la desconfianza ha vuelto de golpe a los mercados. El goteo de informaciones sobre la corrupción en España, y la incertidumbre que suscita en los inversores el resultado de las próximas elecciones en Italia, provocaron una avalancha de ventas en las Bolsas europeas. Y también uno de los impactos que más teme el Gobierno español, el alza del sobreprecio que exigen los compradores de la deuda soberana, encarecimiento que se contagia a la financiación que precisan los sectores privados de la economía para su recuperación.

Tras semanas de relativa distensión, la prima de riesgo de España repuntó bruscamente desde los 353 puntos básicos del cierre del pasado viernes hasta 383 unidades. Se trata del nivel de cierre más alto alcanzado desde el pasado 1 de enero, cuando acabó en 394 puntos básicos. Desde septiembre no se había producido tan acusado avance en una sesión. Por las obligaciones españolas a diez años los inversores han vuelto a exigir en el mercado secundario una rentabilidad del 5,40%, desde el 5,17% de la apertura, frente a la retribución del 1,61% de la deuda germana del mismo plazo. En el caso de Italia, la escalada de la prima de riesgo fue de veinte puntos, para quedar a una notable distancia de la española, en 285 unidades.

El recrudecmiento de las tensiones en el mercado secundario puede tener otras consecuencias en España, donde el Tesoro Público se propone colocar el jueves entre 3.500 y 4.500 millones mediante una subasta de bonos a 2 y 5 años y otra de obligaciones a 16 años.

Los expertos comentan que, tras unos primeros momentos en que los inversores parecieron ignorar las noticias sobre corrupción o desestabilización política, la acumulación de noticias y las opiniones volcadas en medios de información de referencia les han empezado a hacer mella. En 'The Daily Telegraph', el analista Ambrose Evans-Pritchard se había anticipado al anunciar las «crisis gemelas en Italia y España». En su opinión, los inversores en deuda temen que ambos países puedan perder el respaldo crucial del Banco Central Europeo.

El descalabro se extendió ayer a las Bolsas. Fue Milán quien lideró las pérdidas, al registrar una caída del 4,5%, lastrada por la pésima evolución de los valores bancarios y por los recelos de los inversores ante un nuevo episodio de inestabilidad en la zona euro.

Madrid se dejó el 3,77% y cerró en 7.919 enteros. No solo ha perdido la referencia de los 8.000 puntos, sino que vuelve a ser el único de los grandes parqués europeos cuyo principal índice ha perdido todas las ganancias acumuladas desde el arranque del año. Desde el pasado septiembre no se había producido una caída tan pronunciada en una sola jornada.

La aseguradora Mapfre lideró los recortes, con un descenso del 5,76%, seguida del grupo constructor y de servicios FCC, que perdió el 5,7%, del Santander, que cedió el 5,70%, del Popular, con caída del 5,12% y de BBVA, que registró un retroceso del 4,72%. La petrolera Repsol vio reducida su cotización el 4,61%, y Telefónica se dejó el 3,87%.

Las caídas también fueron muy pronunciadas en el resto de las principales Bolsas europeas. El índice CAC-40 de la Bolsa de París cedió un 3,01% y se situó por debajo de los 3.700 puntos. El índice Dax, principal referencia del mercado de valores de Francfort, perdió el 2,49%, y hasta el Footsie 100 de la Bolsa de Londres se contagió del clima generalizado de ventas, y registró un descenso del 1,58%.

«En plena crisis económica, España se está viendo debilitada por un escándalo de corrupción que enfría a los inversores y reduce su confianza», declaró a la agencia AFP Jean-François Robin, estratega de deuda del banco de inversiones Natixis. Y explicó que, en Italia, «la incertidumbre sobre las elecciones legislativas preocupa a los inversores y les aleja del mercado de la deuda». A su juicio, detrás de los recelos por la situación del país transalpino está la presencia constante de Silvio Berlusconi en la campaña y el temor a que de las elecciones del 24 y 25 de febrero salga un Gobierno que no cuente con mayoría

Hasta esta cifra escaló el sobrecoste de rentabilidad exigido por los inversores para comprar deuda española a diez años.