Sociedad

Grafeno, la mina del futuro

Los expertos creen que los aparatos electrónicos basados en este material pueden estar en el mercado en 2016Científicos españoles colaboran en el desarrollo europeo de un elemento que revolucionará la vida cotidiana

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En el Instituto de Ciencias de Materiales de Madrid llevan dos semanas muy contentos. Después de varios pellizcos a los presupuestos por culpa de los sucesivos recortes gubernamentales, la Comisión Europea anunciaba a comienzos de semana que dotaba con mil millones de euros al proyecto para desarrollar el grafeno que, junto a otros materiales basados en láminas monoatómicas, podría llegar a revolucionar las nuevas tecnologías en numerosos campos.

El proyecto había ganado uno de los galardones de Tecnologías Futuras y Emergentes (FET). Incluye a más de un centenar de laboratorios, coordinados por el profesor Jari Kinaret de la Univeridad de Chalmers (Suecia). De los once campos de trabajo, uno está liderado desde España: el de materiales por la profesora Mar García Hernández, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

«Nuestro grupo de trabajo tiene varios frentes abiertos. En primer lugar, va a seguir con estudios fundamentales desde el punto de vista teórico sobre el grafeno y otros sistemas de los llamados tridimensionales. Por otra parte, tiene un rol muy importante el capítulo de materiales, sobre todo para buscar métodos de síntesis que sirvan para producir grafeno», comenta la profesora. Otros campos de investigación donde están incluidos laboratorios españoles son la espintrónica o magnetoelectrónica -con el profesor Stephan Roche del Institut Català de Nanotecnología como colíder- y la optoelectrónica, donde Frank Koppens, del Instituto de Ciencias Fotónicas de Cataluña, dirige el proyecto con una colega de la Universidad de Cambridge. Este material, que les permitió conseguir un Nobel de Física a los rusos Andre Geim y Konstantin Novoselov hace dos años, es un material a caballo entre un metal y un semiconductor, pero con una resistencia mucho mayor que el carbono y transporta la energía mucho mejor que el cobre. Además, es bidimensional, transparente, impermeable, duro y elástico. Todas estas propiedades lo convierten en uno de elementos más deseados por la industria.

La Comisión Europea lo comparó con la revolución que provocó el plástico en el siglo pasado. La profesora está de acuerdo con esa afirmación. «Cuando decimos grafeno, no estamos hablando de un único material sino de toda una clase de nuevos materiales que tienen la característica de ser una lámina monoatómica con unas propiedades que pueden ser muy diferentes a las que solían presentar en volumen», añade la investigadora del CSIC.

El grafeno, por lo tanto, está más cerca de lo que pensamos. «Pronto habrá pantallas táctiles de grafeno y serán más baratas que las actuales. Lo importante es que van a surgir nuevas aplicaciones», comenta Francisco Guinea, investigador del CSIC y miembro del equipo español. Ese horizonte se sitúa antes de 2016. «La electrónica flexible puede estar para esa época, al igual que las impresoras u otros elementos», añade García. Uno de los campos donde también están mostrando más interés es el de las bicicletas. En la búsqueda de lograr materiales más ligeros para los profesionales y los aficionados, las empresas se han fijado en el grafeno como sustituto del carbono. Para el resto de aplicaciones el horizonte se fija entre 2020 y 2025.

Un salto científico y económico que puede ser una gran oportunidad para la economía y la ciencia nacionales. «España está muy bien posicionada ya que existe una alta calidad científica y un gran interés por parte del empresariado», comenta García.Además, los primeros exportadores de grafeno para Europa son españoles.