ESPAÑA

Rubalcaba sostiene que el presidente del Gobierno y el PP son rehenes de Bárcenas

El líder del PSOE asegura que la estrategia defensiva de Rajoy consiste en decir que «todos mienten menos él»

MADRID. Actualizado: Guardar
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El análisis de Alfredo Pérez Rubalcaba de la situación de Mariano Rajoy es que está en manos de Luis Bárcenas. El líder socialista sostuvo tras escuchar al presidente del Gobierno que al negar veracidad a los papeles del extesorero del PP «ha ligado su suerte» a las decisiones que tome de aquí en adelante su antiguo colaborador.

En el PSOE creen que el hecho de que ni Rajoy ni el PP emprendan acciones legales contra su anterior responsable de finanzas es fruto del temor que tienen a la información que maneja. Solo así se explica, dicen los socialistas, que su estrategia sea no darse por aludidos por los papeles del extesorero y defender que todo lo publicado hasta ahora es falso.

Ha faltado, comentó un dirigente opositor, que denunciaran que hay una persecución contra Bárcenas por imputarle una contabilidad que no existe. Ocurrió entre 2008 y 2010, cuando el hoy extesorero se vio metido de lleno en el 'caso Gürtel' y Rajoy le defendió contra viento y marea. Es más, recuerdan, cuando el financiero dejó su cargo y abandonó el partido fue despedido en medio de alabanzas.

Rubalcaba cree que el presidente del Gobierno «se ha enrocado» en la negación cuando existen datos que apuntan a la veracidad de la contabilidad B, como los análisis caligráficos y el hecho de que algunos de los citados hayan reconocido que los apuntes que se referían a ellos son ciertos. Para el secretario general del PSOE, esta actitud responde a que hay vínculos que Rajoy no se atreve a cortar. «A partir de ahora (el presidente del Gobierno) se levantara cada mañana pensando qué va a decir el señor Bárcenas», vaticinó en una comparecencia tras participar en unas jornadas de educación en la Casa de América en Madrid.

El líder de la oposición, destinatario de una dura crítica de Rajoy por dar credibilidad a la información contable, lamentó que el presidente haya tenido una actitud «especialmente desafiante» en la intervención ante el máximo órgano de dirección del PP. «Todos mienten, menos él; todo el mundo está a favor o en contra de España, menos él; todo el mundo tiene la culpa, menos él», resumió.

Las cosas se complican

Rajoy, prosiguió, ha dado «muy pocas explicaciones», pero ha hecho «muchísimas acusaciones» a los medios que han difundido las informaciones y a los partidos de la oposición, con especial acritud al PSOE.

Una posición, a su juicio, equivocada porque cada día que pasa crece «la verosimilitud» de los papeles de Bárcenas. Rubalcaba señaló que cada día aparece «una prueba» para avalar la certeza de que hubo pago de sobresueldos en negro para los altos cargos del PP hasta 2008. A medida que pasa el tiempo, resumió, «se complican más las cosas» para el presidente del Gobierno y su partido.

El líder socialista insistió en su tesis de que la supuesta contabilidad B del PP es una prueba de los vínculos de la trama Gürtel con el PP pues Bárcenas es «una de las siete cabezas de la hidra» que era la red que organizó Francisco Correa. El extesorero popular mantenía, según las investigaciones policiales, estrechas relaciones con el cabecilla de Gürtel, quien en una conversación grabada se jactaba de haber llevado «mil millones» de pesetas a Bárcenas a la sede del PP en la calle Génova de Madrid. El nombre de Bárcenas, bajo distintas denominaciones, aparece en numerosas ocasiones en el apartado de pagos en la contabilidad opaca de la trama corrupta.

El PSOE, entretanto, no va a aflojar un ápice la presión sobre Rajoy y el PP. Va a seguir adelante con su estrategia en tres frentes -político, parlamentario y judicial- aunque ha cifrado sus esperanzas en el ámbito de los tribunales. La mayoría absoluta del PP impedirá que fructifique cualquier iniciativa en los otros dos frentes, aunque siempre supondrá un desgaste adicional para los populares en un caso de fuerte impacto social. Los socialistas confían en el terreno judicial para lograr la imputación del presidente del Gobierno.