Hillary Clinton dice adiós al Departamento de Estado

No cabía una alfiler. Todo el personal se agolpó ayer en el pasillo para despedir a la secretaria de Estado saliente, a la que el mundo entero ha estado diciendo adiós durante toda la semana. Desde la escalera, Hillary Clinton se dirigió anoche a sus colaboradores por última vez: «Voy a echaros de menos», dijo emocionada. «Probablemente os llame solo para charlar, pregúntandome qué estáis haciendo». Había pancartas escritas a mano y hasta alguna lagrimita.

«Todos estaremos siempre orgullosos de poder decir que hemos servido en el Departamento de Estado de Hillary Clinton», le confesaron. Clinton reconoció que ha sido difícil tener que decir adiós a tanta gente.

El primero en despedirla, y a lo grande,fue el propio Barack Obama, en una entrevista conjunta en televisión donde alabó su papel y sentenció que «pasará a la historia como una de las mejores secretarias de Estado».

Pese a que las relaciones anglosajonas no ha sido ni mucho menos su prioridad, el ministro británico de Exteriores, William Hague, voló a Washington para organizarle en la residencia de su embajador una cena de despedida. A la Embajada acudieron algunos de los senadores que acribillaron a preguntas a Clinton en su última comparencia en el Congreso, como John McCain, al diseñador Oscar de la Renta o la directora del Fondo Monetario Internacional, Chirstine Lagarde. Y, por supuesto, a Bill y Chelsea Clinton.