Una bomba de 35 kilos de dinamita causó la última baja en Afganistán
MADRID. Actualizado: GuardarUn artefacto explosivo improvisado, cargado con unos 35 kilos de dinamita, acabó con la vida del sargento David Fernández Ureña el pasado 11 de enero en Afganistán mientras intentaba desactivarlo, según reveló ayer el ministro de Defensa, Pedro Morenés , en el Congreso de los Diputados.
Morenés compareció a petición propia para informar sobre el fallecimiento «en acto de servicio» del militar español ante la Comisión de Defensa del Congreso, que guardó un minuto de silencio en su memoria. Sobre el atentado, dijo que el sargento, que fue la víctima número cien desde que España está en el país asiático, actuó siguiendo todos los protocolos de seguridad. El ministro detalló que en primer lugar se realizó una aproximación remota al artefacto mediante un robot y una vez aislada la carga explosiva el militar español se aproximó para neutralizarlo, en cuyo proceso se produjo la mortal explosión.
También con respecto a Afganistán el titular de Defensa anunció que se reforzará la seguridad durante el repliegue con el envío en próximas fechas de tres helicópteros Tigre, que estarán operativos en los próximos meses, y vehículos de limpieza de rutas Husky contra artefactos explosivos, que entrarán en servicio a finales de febrero.
Tras afirmar que las cosas van «razonablemente bien» en Afganistán, Morenés incidió en que, «a pesar de que se toman todas las precauciones posibles se trata de una zona de guerra y en las guerras se producen bajas», aunque confió en que la del sargento Fernández sea la última para las Fuerzas Armadas españolas.