La economía de EE UU sufre una inesperada contracción con la caída del gasto

El Producto Interior Bruto (PIB) deparó una desagradable sorpresa a la economía estadounidense. Después de tres trimestres consecutivos de crecimiento, el último acabó con una contracción del 0,1%. El Gobierno precisa que se trata de «estimaciones» basadas en datos aún incompletos y sujetos a revisión. De todos modos, en el cómputo global del año, el PIB creció un 2,2%, frente al 1,8% con el que se cerró 2011.

Pese al buen resultado relativo de 2012, la economía estadounidense no alcanzó el nivel de crecimiento de 2010, cuando se expandió un 2,4%. Podría haber sido el caso de haberse cumplido las previsiones de los analistas, que habían pronosticado un crecimiento del 1%.

La contracción experimentada por la economía estadounidense en el último trimestre de 2012 es la primera desde el fin de la última recesión, en junio de 2009. Y se explica tanto por la caída de la producción como por un descenso del gasto público y de las exportaciones, cuyos efectos negativos fueron en parte compensados por un aumento de la inversión privada y del consumo de los hogares.

Según el Gobierno, la caída de las existencias de las empresas y del gasto público hicieron perder 1,3 puntos de crecimiento al país cada una. Ambos factores ya habían sido anticipados por los analistas, que los veían como un signo de retroceso pasajero tras un tercer trimestre marcado por un aumento excepcional del gasto militar y de la producción.