Luis María Linde, gobernador del Banco de España. :: E. SAN BERNARDO
Economia

El PIB cayó un 0,6% el último trimestre por el IVA y la pérdida de la extra de los funcionarios

El Banco de España cifra la contracción de la economía en el 1,3% en 2012, dos décimas menos de lo que previó el Gobierno

MADRID. Actualizado: Guardar
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Otra vez vamos a menos. A la caída atenuada del 0,3% que registró la economía española en el tercer trimestre del pasado año respecto al anterior siguió una merma mucho más acusada del 0,6% en la comparación intertrimestral del cuarto con el precedente. Si a mediados del verano se activaron las compras, porque los consumidores quisieron librarse de la subida del IVA, que entró en vigor el 1 de septiembre, en el otoño-invierno llegaron las vacas flacas y el apretarse el cinturón de nuevo. El alza de impuestos y la reducción de los sueldos que padecieron los empleados públicos privados de la extra llevaron la demanda de consumo a niveles mínimos.

El Banco de España adelanta estas estimaciones para concluir que el recorte del Producto Interior Bruto se quedó en el 1,3% en el conjunto del ejercicio, dos décimas menos de la proyección que oficialmente aún mantenía el Gobierno. La buena noticia no es nueva. El ministro de Economía, Luis de Guindos, ya había adelantado este último dato en varias ocasiones, la más reciente de ellas el martes de esta misma semana, en Bruselas. Además, la comparación interanual arroja un desplome del 1,7% cuando se considera el cuarto trimestre aislado.

En plena etapa de recesión, la segunda mitad del pasado ejercicio mostró un perfil atípico, por la incidencia de los cambios tributarios. La incógnita persiste. ¿Se producirá en 2013 una continuada mejora? El Ejecutivo de Mariano Rajoy, animado por los datos del sector exterior y por la reacción de los inversores, muchos de ellos institucionales, que han vuelto a operar en los mercados, ya están apreciando los primeros signos. Por eso limita la caída del PIB al 0,5% este año, frente a unas estimaciones de los institutos internacionales que triplican este porcentaje.

Pero el Gobierno también reconoce que el empleo tardará en reaccionar. Anticipándose a la Encuesta de Población Activa, que dará a conocer sus datos hoy jueves, el Banco de España calcula una detrucción de empleo del 4,3% el pasado año, de manera que la tasa de desempleo sobre población activa cerró en un entorno próximo al 26%, en un marco de un muy moderado descenso de la población activa. A la destrucción de puestos de trabajo por parte del sector privado se sumó el retroceso del empleo público, que cayó por primera vez desde que se iniciara la crisis.

Depresión del consumo

La caída del PIB en un 1,3% anual sucede al avance del 0,4% registrado en 2011, y confirma la profundización en una nueva fase aguda de la crisis, después de que la actividad retrocediera el 0,3% en 2010 y se desplomara el 3,7% en 2009. El Banco de España detalla las causas de este nuevo episodio de fuerte contracción. La demanda nacional cayó el 3,9% interanual en el conjunto del año por la depresión del consumo y de la inversión.

Además del efecto rechazo que en las compras de los hogares provocó el aumento del IVA y de la menor renta disponible de los funcionarios, el consumo se resintió en el cuarto trimestre porque la continuada debilidad del mercado de trabajo ha recortado drásticamente los ingresos domésticos. La renta disponible de los hogares y el valor de su riqueza se han visto severamente mermados por las medidas para recortar el déficit, la tasa de inflación, la evolución bursátil y el descenso de los precios de la vivienda. Estímulos como las ayudas a la compra de coches del plan PIVE tendrán efectos retardados. Y en la recta final del año también incidió la caída del gasto corriente de las administraciones públicas.

En la inversión, los indicadores disponibles revelan que el inmobiliario ha cumplido su quinto ejercicio de ajuste con un retroceso interanual del 7%. Para un descenso conjunto de la inversión empresarial del 5%, los bienes de equipo, agudizaron su caída en el cuarto trimestre. El Banco de España considera prematuro valorar si la recuperación de la confianza empresarial industrial irá seguida de decisiones de invertir, necesitadas del relanzamiento del crédito.

El pararrayos de la actividad fue otra vez el sector exterior. La demanda neta del extranjero repuntó en el cuarto trimestre del año y contribuyó con 1,4 puntos a la composición del producto, compensando en parte el hundimiento de la interna. Si se compara con el mismo periodo del ejercicio anterior, la mejora es de 2,9 puntos.