Sociedad

Una mala conducción eficiente puede causar averías en el coche

MADRID. Actualizado: Guardar
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La conducción eficiente puede ser un ahorro para el bolsillo, pero, a la larga, dará problemas mecánicos mucho más caros que ese supuesto beneficio económico obtenido por visitar menos las estaciones de servicio.

La conducción eficiente consiste en tocar el freno de forma suave, tratar con mucho mimo el acelerador y, sobre todo, circular en la marcha más larga posible. Muchos conductores olvidan esta última palabra y, a la hora de ahorrar combustible, aplican la relación más larga en casi cualquier circunstancia. Según la web www.autocasion.com, esto no solo aumenta el consumo de carburante, sino que, además, puede provocar una averías graves. En los de gasolina, los fallos afectan a la junta de culata, cuya reparación puede superar los 3.000 euros. Además, causaría desgastes prematuros en los cilindros y aumenta el riesgo de rotura de la bielas.

En los motores de gasóleo los problemas se agravan debido a la suciedad que generan. El primer dañado es el sistema de recirculación de gases, acumulando carbonilla en los conductos de admisión y la propia válvula EGR -de escape-. El arreglo oscila entre 300 o 400 euros si es necesario sustituir la EGR. La carbonilla también puede dañar la geometría variable de los turbos, llegando incluso a su rotura.

Más caros son los fallos en los filtros antipartículas (FAP), dado que el exceso de hollín los tapona, obligando a aumentar el número de ciclos de regeneración de los mismos. Esto dispara el consumo de combustible, ya que en esos ciclos se producen postinyecciones para quemar la ceniza del filtro y limpiarlo. Un filtro FAP puede costar entre 4.000 y 5.000 euros.