El duque repartía «sobres» entre sus supuestos empleados
El sobrino de Urdangarin confiesa que él hacía de «mensajero» en esos pagos ocultos para Hacienda
PALMA. Actualizado: GuardarEl 'fuego amigo' hirió aún más a Iñaki Urdangarin. El sobrino y uno de sus mejores amigos intentaron ayer ante el juez del 'caso Nóos' salvar la cara al duque, pero sus declaraciones solo sirvieron para complicar más la situación del yerno del rey. El interrogatorio más esperado en Palma era el de Jan Gui Urdangarin, al que Anticorrupción considera que era la persona a la que su tío encargó la contratación de, al menos, seis falsos trabajadores para engordar de manera ficticia la nómina de Aizoon, la empresa que comparte con la infanta.
El sobrino negó que existiesen contratos falsos, pero se embarcó en un relato bastante turbio en el que el mismo se presentó como «mensajero» de Urdangarin. Su tío -según su testimonio- le daba sobres que él entregaba a terceras personas, supuestos trabajadores. Jan Gui alegó que no sabía si había dinero o no en esos sobres, pero una ocasión se le escapó ante el juez que quedaba con esas personas para pagarles, lo que refuerza la idea de que eran movimientos en negro. Su testimonio -según fuentes judiciales- no va a servir para imputar al duque un delito contra la Seguridad Social, porque en cualquier caso esas contrataciones irregulares no superarían los 120.000 euros.
También esperado era el interrogatorio del imputado Joaquim Boixareu, otrora amigo de Iñaki Urdangarin, quien se sacudió cualquier responsabilidad antes de enfrentarse él solo a un delito de blanqueo de capitales. El creador de la fundación de niños discapacitados que supuestamente usó el yerno del Rey para evadir capitales confesó que puso en marcha esa institución a petición expresa del duque de Palma. Es más, que el propio marido de la infanta Cristina le explicó que él no podía aparecer formalmente al frente de una nueva fundación sin ánimo de lucro.
La tercera gran declaración de esta nueva jornada en Palma fue la de Dulce Linares, la que fuera jefa de gabinete de Jaume Matas cuando el Gobierno de Baleares firmó en 2005 y 2006 los dos convenios para la celebración del Illes Baleares Forum y los acuerdos para el seguimiento del equipo ciclista con el nombre del archipiélago.
No hubo sorpresas y la funcionaria se ratificó en todo lo que ha sostenido ante Anticorrupción y la UDEF: que el coste de aquellos contratos, que supusieron para Nóos ingresos por cerca de 2,2 millones de euros, fue «impuesto» por el duque y que la segunda convención se pagó sin rechistar por orden directa del propio Matas porque el yerno del Rey seguía vinculado con el instituto, a pesar de que nominalmente lo había abandonado por orden de la Zarzuela.