El ejército argelino busca una salida
Un indeterminado número de personas siguen retenidas dentro de la planta de gas de In Amenas
Actualizado: GuardarLa situación en las instalaciones de la planta de gas de In Amenas y la marcha de la operación de rescate siguen siendo un secreto en manos de los militares de Argelia. Pese a dar la operación por concluida en la noche del jueves, un grupo de una treintena de rehenes (siete occidentales, según apuntó la agencia mauritana ANI) seguiría dentro de las instalaciones del vasto complejo gasístico operado por la empresa argelina Sonatrach, la británica BP y la noruega Statoil. Y la agencia argelina APS informó del intento por parte de sus fuerzas de seguridad de negociar «una solución pacífica» con los secuestradores.
Tras la segunda jornada del secuestro múltiple llevado a cabo por 'Los firmantes de sangre', grupo próximo a Al-Qaida en el Magreb Islámico (AQMI) que exige el fin de la ofensiva francesa en Malí, sigue sin haber datos oficiales de bajas. Las autoridades solo se refieren a la liberación de 100 de los 132 rehenes extranjeros, y el ministro de Comunicación, Mohamed Said, daba ayer la cifra de doce secuestrados muertos en la operación lanzada por el ejército, que además acabó con 18 terroristas. Un portavoz del grupo salafista al que pertenecen los asaltantes de la planta elevaba las víctimas mortales hasta las 35 entre los rehenes y 16 por parte de los islamistas.
Pero la gran novedad es poder escuchar los testimonios en primera persona de los supervivientes. «Rompieron las puertas y entraron en los dormitorios gritando: ¡Solo buscamos expatriados, los argelinos se pueden ir. Fueron reunidos a todos ellos y les rodearon», declaró uno de los liberados a la emisora de radio France 24. En las horas posteriores «cuando vieron al Ejército tomando posiciones para el asalto separaron a los rehenes. Los expatriados a un lado y los argelinos a una especie de vestíbulo. Los islamistas los usaron como escudos humanos», confesó al diario Le Figaro otro de los operarios que logró escapar. Fuentes argelinas citadas por Reuters el jueves aseguraron que al menos 30 de los rehenes murieron durante las primeras 24 horas de la operación rescate.
La televisión estatal mostró las primeras imágenes de estos rehenes liberados, entre los que aparecieron filipinos, británicos, turcos y otros extranjeros que no dijeron su nacionalidad, que alabaron la actitud del Ejército ante las cámaras. El canal nacional tuvo acceso también al hospital próximo a la planta de gas donde se recuperan algunos de los heridos y al centro médico El Azhard, en la capital, al que acudió el ministro de Energía, Yusef Yusfi y donde hay internados dos británicos, cuatro filipinos, un japonés y dos argelinos. No se informó sobre su estado de salud.
Intercambio de presos
El periódico local Al Watan informó de la detención de uno de los secuestradores y según su testimonio el comando estaría compuesto por 32 personas a las órdenes de Mojtar Belmojtar, líder de AQMI forjado en la yihad de Afganistán, quien habría supervisado una operación planeada de antemano.
A lo largo del día los medios argelinos fueron lanzando informaciones filtradas por sus cuerpos de seguridad de las que se desprende que la rapidez en la respuesta al asalto a la planta -aparentemente sin consultar a los gobiernos con rehenes implicados- se debió a la intención de los yihadistas de llevarse a los rehenes a Mali. Otra de las filtraciones apuntó a que el comando terrorista estaría formado por combatientes de distintas nacionalidades ya que, según las mismas fuentes, los 11 militantes caídos eran argelinos, egipcios, tunecinos, libios e incluso había un francés.
La agencia ANI informó de que Belmojtar habría intentado abrir la puerta a un posible intercambio de prisioneros ofreciendo la liberación de los rehenes estadounidenses a cambio de la puesta en libertad del jeque egipcio Omar Abdel Rahman y del paquistaní Aafia Siddiqui, ambos en cárceles norteamericanas acusados de delitos vinculados con el terrorismo. Un ofrecimiento al que la Casa Blanca no tardó en responder de forma negativa asegurando que «Estados Unidos no negocia con terroristas».
El Ejército argelino ha tomado totalmente las riendas del asunto y ni siquiera el Ministerio de Interior parece al corriente de la operación de rescate. El hermetismo es la nota predominante desde que el secuestro saltara a los medios y la información llega con cuentagotas y en forma de pequeñas victorias sobre el enemigo como la liberación de rehenes o la hospitalización de los heridos.