Muere un sargento al explotar la bomba que manipulaba en Afganistán
David Fernández Ureña, de 35 años, desactivaba un artefacto casero hallado en una ruta cuando le alcanzó «de lleno» la onda expansiva
MADRID. Actualizado: GuardarEl sargento del Ejército de Tierra David Fernández Ureña, de 35 años, soltero y natural de Bilbao, perdió ayer la vida en Afganistán al explotar un artefacto casero mientras ralizaba labores de reconocimiento en una ruta de carretera en la provincia de Baghdis.
El suboficial estaba destinado en el Regimiento de Pontoneros y Especialidades de Ingenieros de Zaragoza desde 2008, y formaba parte de un equipo de desactivación de explosivos destinado en la base española de Qala-i-Naw, la capital de la provincia de Bagdhis, donde se concentran el grueso de las tropas y que España abandonará definitivamente en 2014.
Mientras llega esta fecha, el Ejército de Tierra ha comenzado el repliegue progresivo de sus bases avanzadas hacia Qala-i-Naw, una tarea compleja por la creciente amenaza de la insurgencia, aunque en invierno suele retirarse a sus zonas de repliegue por la meteorológica adversa.
El sargento Fernández Ureña es la primera víctima mortal entre las tropas españolas desplegadas en Afganistán desde el 6 de noviembre de 2011, cuando murió en un atentado el sargento primero Joaquín Moya Espejo, que perdió la vida cerca de Ludina, en la provincia de Bagdhis, al recibir un disparo.
Se trata, de la misma forma, del primer fallecido en misiones internacionales desde que Mariano Rajoy llegó a la Presidencia del Gobierno y, además, se convierte en la víctima mortal número cien de la misión española en Afganistán desde que comenzó su despliegue en 2002.
Un avión del Ejército del Aire despegó ayer hacia la base de apoyo avanzado de Herat en Afganistán para la repatriación del cadáver. El funeral será oficiado mañana en la base de 'San Genís' de Zaragoza y está previsto que acuda el ministro de Defensa, Pedro Morenés. El sargento será condecorado con la Cruz al Mérito Militar con distintivo rojo. Las exequias se celebrarán en Granada, por deseo expreso de sus padres, ya que el sargento nació en Bilbao, pero vivía desde muy joven con su familia en esa capital andaluza.
«Hombres tranquilos»
La mortal explosión se produjo a primera hora de ayer en la carretera que une las localidad de Qala-i-Naw y Darra-i-Bun, un trayecto llamado ruta OPAL. Fernández Ureña acompañaba a un equipo de desactivación que lideraba un convoy del Ejército. El desplazamiento lo realizaban cada 15 días, según fuentes militares, y los «hombres tranquilos», como se les conoce en el Ejército, realizaban labores de reconocimiento de la carretera para «limpiarla» de cualquier objeto sospechoso.
Cuando se encuentra algun artefacto casero improvisado, conocidos como IED, el arma más motal de la guerra en Afganistán ya que ha causado el 75% de las bajas aliadas, se acota la zona y comienza la desactivación. Lo normal es que vayan equipos de cuatro, dos especialistas y dos de reconocimiento de área. Y, dependiendo del peligro, se utilizan vehículos equipados con brazos articulados o robots.
En el caso de la explosión que ha costado la vida al sargento Fernádez todo hace indicar que trabajaban con detectores manuales que despliegan una señal de captura de los IED. Por razones que se investigan, el fallecido manipulaba uno de estos artefactos cuando sobrevino una fuerte explosión que le alcanzó «de lleno», según fuentes militares. Nada pudieron hacer con su vida.
Otra hipótesis menos probable es que la insurgencia pusiera en práctica una de sus últimas estrategias, que consiste en colocar minas-trampa a los desactivadores que se activarían con un mal paso de estos. No es de extrañar que estos equipos sean el objetivo más buscado por la insurgencia en este último tramo del conflicto, ya que son los «especialistas clave» durante el repliegue.
En el caso del sargento Fernández era su segunda experiencia en Afganistán. Había estado en 2009, por lo que fue condecorado con la medalla de la OTAN. Mariano Rajoy elogió ayer su «dedicación» y su «valor» en un telegrama a la familia.