«Invirtamos en tecnología para frenar el cambio climático»
Susan Solomon, pionera en la protección de la capa de ozono, recibirá el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento
MADRID. Actualizado: GuardarAtmósfera, clima y actividad del ser humano. Tres elementos que conviven a pesar de que uno de ellos muestra cierto desprecio por los otros dos desde hace décadas. Esta difícil relación es el campo de actuación donde se mueve Susan Solomon, galardonada ayer con el quinto Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Cambio Climático, dotado con 400.000 euros, el primero que la institución otorga este año. El jurado internacional ha valorado el trabajo de las últimas décadas de Solomon, sobre todo sus primeras investigaciones, que fueron fundamentales para «entender la composición química de la atmósfera y contribuyeron a reforzar el Protocolo de Montreal, cuyo objetivo era frenar el uso de gases que destruían la capa de ozono».
Esta catedrática del Instituto Tecnológico de Massachussets fue la encargada de dar respuesta a una pregunta que los científicos se plantearon a partir de 1983, cuando apareció en la Antártida un agujero en la capa de ozono. Se sabía que la culpa era de los clorofluorocarbonos (CFC), gases usados como refrigerantes y aerosoles; pero la duda estaba en por qué estaba en esa zona concreta de la Tierra. Esta experta atmosférica (Chicago, 1956) resolvió el enigma explicando las reacciones químicas que tienen lugar en la superficie de los cristales de hielo presentes en la estratosfera, sobre ambos polos. Además de formular un modelo teórico, Solomon viajó en 1986 y 1987 a la Antártida y comprobó in situ su hipótesis.
En posteriores investigaciones, Solomon demostró que esta alteración en la composición de la estratosfera repercutía también en el clima. En concreto, el agujero de ozono tenía un claro efecto sobre el patrón de vientos y lluvia del hemisferio Sur. «El agujero en la capa de ozono es una perturbación increíble en toda la atmósfera, simplemente afecta a todo el planeta», aseguró Solomon.
Y esa repercusión global se puede apreciar ahora mismo en el Ártico, donde la fina capa de hielo que cubre el otro polo hace viable el atravesarlo por mar y la explotación económica. «Es un ejemplo claro de que el calentamiento global cambia muchos recursos», explicó Solomon desde Austin. «Necesitamos invertir en tecnología para el cambio climático. Es fundamental para el desarrollo del planeta», añadió la investigadora, «emocionada» por el galardón. En este sentido, la química atmosférica, que recogerá su premio Fronteras del Conocimiento en junio, pidió «un liderazgo mundial» que permita más investigaciones para poder determinar con más exactitud los efectos de los pequeños gases y del CO2.