opinión

Recambio naval

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Navantia ha relevado en el cargo al responsable de los astilleros de Puerto Real y San Fernando como el director deportivo o el presidente de un club de fútbol que cambia de entrenador para ver si las cosas mejoran. Hace meses que la compañía está llevando a cabo una profunda reorganización, desde la cúpula hasta la última planta, para darle la vuelta a la situación. Nuevos planes y nuevas estrategias que eviten el descalabro al que parece estar abocada esta industria, alimentada en exclusiva de la financiación pública.

Cortado el grifo quedan pocas salidas y la plantilla se ve venir una coyuntura que no les resulta desconocida. El anuncio ha cogido por sorpresa a los trabajadores que miran con preocupación los cambios convencidos de que las nuevas estrategias a seguir tienen solo dos caminos: otras vías de negocio o el recorte y cierre de las factorías que solo en la Bahía dan empleo directo a 1.200 personas.

Atrás quedaron las esperanzas puestas en el mercado civil y la posibilidad de meter cabeza en el negocio de los cruceros o de los buques de transporte. Tampoco hay noticias de las grandes plataformas flotantes para el desarrollo de parques eólicos marinos, un sector que goza de buena salud en Latinoamérica y el norte de Europa y para lo que Navantia llegó a firmar incluso un convenio con Acciona con la intención de desarrollarlo a medio plazo. Y la oportunidad también pasó de largo hasta el punto de que será una compañía gallega la que desarrolle este tipo de estructuras.

El nuevo director de las plantas gaditanas, Pablo López Díez, se encuentra con un panorama desolador sin nuevos encargos a la vista y una plantilla cansada de esperar que cada día muestra su enfado en la calle. La imagen del constructor naval está en entredicho mientras que la poca carga de trabajo que surge, como el desguace del portaviones 'Príncipe de Asturias' que tiene base en Rota, se destina al astillero de Ferrol.

Sin duda no debe ser un sillón cómodo el suyo, pero confiemos en que las primeras decisiones del flamante director sean sobre los cambios necesarios en la estrategia comercial y la captación de encargos que en la liquidación de divisiones y el temido recorte de mano de obra.