Un día para la esperanza
La coincidencia del anuncio de un gran contrato para Dragados con el considerable descenso del paro supone la primera alegría económica en meses para la provincia
Actualizado: GuardarSi el miedo es libre, la esperanza debe disfrutar de idéntico privilegio. Los gaditanos, durante un número de meses que ya resulta difícil cuantificar, han recibido una lluvia de malas noticias laborales y económicas que les han instalado en un pesimismo, cuando menos razonable, respecto a sus expectativas a corto plazo. La cadena de expedientes de regulación de empleo, proyectos fracasados, cierres y promesas incumplidas parecía perpetua desde que el Gobierno de Rodríguez Zapatero dejó caer la económica española en barrena, allá por 2008.
La recesión es tan intensa, tan larga, severa, compleja e internacional que resulta ilógico pensar que va a tener una salida rápida. Pensar en que un síntoma aislado de mejoría es alivio colectivo real sería tan irresponsable como volver a mencionar aquellos infaustos «brotes verdes» que se pudrieron antes de nacer.
Pero con todas las prudencias necesarias, a sabiendas de que son necesarias decenas de noticias similares encadenadas para ver una luz cierta al final del túnel de esta crisis, Cádiz vivió ayer dos anuncios que, al menos, permiten tener esperanza en que la situación gire a favor de viento en los próximos meses.
El descenso del paro en la provincia es el mayor que nunca se ha registrado en un mes de diciembre (tradicionalmente malo). Las más de 3.000 personas que han dejado las listas del paro son el primer paso del camino que todos esperábamos recorrer cuanto antes, el de la célebre «senda de la recuperación».
En la misma jornada, un gran contrato garantiza actividad en Dragados (y varias empresas auxiliares) hasta 2015 gracias a un convenio para construir una de las mayores plataformas de gas del mundo, con 21.000 toneladas. Un peso similar se quitaron de ayer cientos de familias de encima.