CARTAS DE LOS LECTORES

A la francesa

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El laicismo francés se ha caracterizado desde sus orígenes por un acento de concepción del hombre regido por su sola voluntad autónoma. El presidente Françoise Hollande ha tomado la bandera que dejó el presidente del Gobierno español Zapatero y se quiere convertir en el promotor de la ingeniería social hija del relativismo. Ahí se encuadra su proyecto de matrimonio homosexual que ha dividido profundamente a la sociedad francesa, y ahora el anuncio de reconocimiento legal de la eutanasia.

Sin propuestas solventes en materia económica, Hollande se amarra a un programa radical en materia de familia y tutela de la vida para enardecer a la franja más extrema de su electorado. La introducción de la eutanasia tendrá como consecuencia a corto plazo una pérdida de conciencia social sobre el valor de la vida. Pero además se trata de una pésima noticia para Europa, en la que Francia tiene una gran capacidad de arrastre. La Iglesia, que ya está dando muestras de coraje profético, tiene por delante una tarea tan trascendental como áspera, ya que se verá en la diana de quienes operan una suerte de nueva revolución cultural.