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El armario de las ideas de Pedro Perles
El ilustrador y músico portuense expone su obra hasta finales de enero en el céntrico pub Blanco y Negro
EL PUERTO. Actualizado: GuardarCon apenas cuatro trazos. Pedro Perles se dibuja con una silueta desgarbada pero segura. Unas manos que se mueven al ritmo que marquen sus días. Un cabello rebelde que se pierde arriba y dos chispazos en la cara. Pedro no mira, observa. Y mientras observa, piensa, calcula, imagina y proyecta. De su mente a sus manos, y de sus manos al papel, y del papel al mundo. El artista portuense expone por primera vez su singular obra en una muestra de treinta ilustraciones que se podrá ver hasta finales de enero en el pub de su ciudad Blanco y Negro.
La exposición resume su trayectoria desde que hace apenas cuatro años comenzara a explotar profesionalmente esta faceta, que acompaña a la de músico en su banda Ledatres. Las obras se mueven desde la espontaneidad del 'naif' con el uso de colores planos, muy del gusto del autor, a las imágenes conceptuales y sencillas, en blanco y negro. Todo impregnado de un gran magnetismo que invita a la reflexión pero que, para fortuna del espectador, también arranca una sonrisa en un lenguaje en el que no hay reglas. Existe un Perles diferente en cada dibujo, aunque todos tengan en común la frescura de lo recién hecho y un mensaje implícito, pero sonoro.
«Es cierto que el trabajo constante va definiendo tu estilo. Pero no creo que tenga uno solo, ni que eso sea lo fundamental. Lo interesante para un ilustrador, más que la búsqueda del estilo, es la idea. Porque cuando la encuentras, el dibujo es automático». Y si no la encuentra, Pedro Perles recurre a su 'fondo de armario de ideas'. «Los retos me provocan, y eso hace que surjan los conceptos. A veces me voy a la cama pensando y sueño con esa imagen que estaba buscando. Cuando despierto lo anoto en una libreta. Eso es reconfortante. Pero cuando no encuentro lo que busco, tiro de ese fondo de armario de las ideas que se va llenando a medida que trabajas, con el paso de los años». El artista, de raíces salmantinas, se formó en la escuela de arte Mateo Inurria, de Córdoba, y en la escuela Massana, de Barcelona. También ha participado en varios talleres con profesionales como el ilustrador cubano Ajubel, pero su mejor academia es el día a día de su trabajo en 'El Moma', su estudio. «Lo importante es estar en formación continua, siempre aprendiendo. El oficio, el hecho de tener trabajo, es un gran entrenamiento. Sobre todo cuando te piden un trabajo para entregar en tres horas». Además de los encargos puntuales, Perles trabaja fundamentalmente para una empresa de comunicación que nutre de contenidos a varios medios.
Otra oportunidad en la prensa
«Hay una crisis a nivel periodístico importante, pero hay países donde la prensa económica está resurgiendo con mucha fuerza. Los periódicos para los que trabajo están en Angola, Brasil y Chile. Es una pena que en España haya sucedido esto, y que en periódicos donde antes había ocho ilustradores, ahora haya uno o ninguno». Más allá de la prensa, su obra también mantiene un estrecho vínculo con la música. «Que tiene mucho que ver con la ilustración. El ritmo, los colores... siempre digo que dibujo de un modo muy musical».
Pese a mantenerse fiel a los procesos manuales, Pedro es un defensor de la técnica digital. «La pantalla es como si fuera una mesa. Hay pinceles, varias capas, papeles calco. El digital te permite equivocarte y volver atrás. Hay más limpieza, más velocidad. También empleo muchos raspados, y trazos de pintura, tinta china, acrílicos... que después escaneo y los trabajo en el ordenador». Unas ventajas de las que sin duda se habría servido su admirado Manolo Prieto. «Fue un visionario, un gran técnico e ideólogo que no tiene el lugar que le corresponde». Perles no lo busca para sí. Prefiere tener ese lugar en su propia conciencia. «Y dar en cada obra lo mejor de mí».