Carreras bicentenarias

Buenas tardes, a LA VOZ, por favor». «Si hombre, ahora mismismito. Qué, ¿trabaja usted ahí?» «Sí, sí, y hoy llego tarde». «Ah, ustedes los periodistas siempre llegan tarde, por eso están siempre quejándose; pero vamos, que quejarnos podemos nosotros, los del taxi, porque anda que vaya añito». «Pero este habrá sido genial para ustedes, ¿no? Con tanto acto. Cuidado con la moto». «Joé con los niñatos y las motitos, ¡Niño, a ver si miramos por dónde vamos! Ah, que no, que no, que al final mucho lirili y poco lerele. ¿Usted cree que los trabajadores hemos ganado algo? Igual los de los bares algún fin de semana y los de los hoteles con los enchaquetados, pero nosotros... El semaforito, lo que tarda. Y encima va y dos fines de semana ponene los autobuses gratis, para matarse». «Bueno, bueno, pero no me negará que se ha mejorado muchas cosas, por ejemplo, ha quedado superbonita la plaza de San Juan de Dios». «Sí picha, si eso ha quedado con las lucecitas y la fuente muy bonito pero, ¿dónde dejo yo el coche que vivo en la calle Botica? ¿Me lo como con patatas? No hay dónde aparcar y eso lo tenían que haber arreglado. Eso sí, para los coches oficiales no hubo problema cuando la Cumbre, y todo lleno de Policía. No he visto Santa María con más maderos nunca, ya podían haber puesto unos cuantos hace 20 años, cuando había aquí más heroína que adoquines». «Vamos, que no le ha gustado nada del Doce, ¿no? ¿Le importa si subo la ventanilla?» «No, claro, se la subo. Psssa, el Doce ha estado bien, sobre todo porque ponías el telediario y hablaban de Cádiz cada dos por tres, pero al final nos han dado coba con lo del Puente, con lo del Hospital, con lo del castillo de San Sebastián, que no hay nada al final... ¿le dejo en el tanatorio?» «Sí, sí, ¿cuánto es?» «Cinco con quin.., cinco. Vaya charla entretenida que nos hemos echado. Hombre, para ser justos, me gustó mucho lo que se hizo el día 19, con los museos abiertos y los actos en la calle. Todo Cádiz parecía Carnavales. Pero yo tengo ya muchos callos en las manos para que me digan que, de Carnaval, vamos a seguir viviendo. Buenas tardes, no dé portazo al salir».