Economia

Con la gasolina no se juega

El precio de los combustibles ha sido objeto de amplio y agrio debateLa fuerte subida del pasado verano obligó al Gobierno a instar a las petroleras a «ajustar sus márgenes de beneficio»

MADRID. Actualizado: Guardar
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Como producto de uso cotidiano y de primera necesidad, las gasolinas son siempre objeto del severo escrutinio por parte del consumidor. Más aún en tiempo de penurias económicas como el actual. Por eso, el precio de los carburantes ha sido objeto del amplio y apasionado debate que ha tenido como actores principales a las empresas operadoras del sector y al Ministerio de Industria. Y a los consumidores como irritados espectadores.

El año que termina asistió a una insoportable escalada de precios de las gasolinas que tuvo su cúspide en la primera semana de septiembre (la gasolina 95 marcó una media de 1,52 euros) y que originó las aceradas críticas de los órganos reguladores (Comisión Nacional de la Energía) y supervisores (Comisión Nacional de la Competencia). Obligó a mover ficha al Gobierno, que dio un toque de atención a las petroleras a través del ministerio de Industria. Su titular, José Manuel Soria, habló del «inasumible» aumento de precios e instó a las compañías a «arrimar el hombro» y a compartir los ajustes de otros sectores de la sociedad española.

Las petroleras se han defendido reiterando que las subidas de precios respondían a la cotización internacional del producto y a la devaluación del euro respecto al dólar, entre otras circunstancias. Frente a la acusación de Industria de que los precios de los carburantes antes de impuestos se situaban «entre los más altos de Europa», la asociación de las empresas del sector, la AOP, intentaba explicar que sus márgenes de ganancia no son tan elevados. «En lo que el Gobierno cree que es nuestro margen de beneficio se incluyen costes de logística, comercialización, financieros y de amortización, etc.», argumentó Soria.

Industria replicaba con los datos del Boletín Petrolero de la UE, que cada martes recoge el precio medio de las gasolinas en los siete días anteriores. «Los precios antes de impuestos de los combustibles españoles se sitúan entre los más altos de Europa, cosa que no ocurre después de aplicarlos», reiteró el ministro. «Esos datos no son aptos para comparar los precios antes de impuestos entre países, ya que se reportan con criterios heterogéneos. No existen comparativas en la UE de los márgenes comerciales de los operadores. Hay que tener en cuenta otros costes», respondieron desde la AOP.

Falta de competencia

Lo cierto es que los informes recibidos por Soria hablaban de una falta de competencia real en el sector -originada por las leyes que lo regulan- o de las asimetrías en la velocidad de traslación de los precios internacionales a los minoristas. También de la diferencia de precios que se podía observar según la comunidad autónoma (aparte de la posición de dominio de ciertas marcas, responde a la desigual aplicación del céntimo sanitario) o incluso del día de repostaje. Una tendencia, esta última, reflejada en un informe del RACC según el cual las petroleras ofrecen sus mejores precios los lunes, mientras que los elevan el viernes o vísperas de festivos u 'operaciones salida'. De este 'efecto lunes' también habla el 'Informe mensual de supervisión de la distribución de carburantes en estaciones de servicio' elaborado por la CNE en noviembre.

En ese mismo documento, el regulador advirtió de que los precios de venta al público, tanto de la gasolina 95 como del gasóleo, «se situaban de nuevo por debajo de la zona euro» porque "la carga impositiva sobre los carburantes en España continúa siendo inferior a la de otros países de la UE». España desciende ocho posiciones en el ranking de precios antes de impuestos más elevados, pasando a ocupar la número 20. Pero además constató que «los precios antes de impuestos se sitúan por debajo de los correspondientes a las medias europeas, situación contraria a la habitualmente observada. .

Y aquí radica otro elemento de la polémica sobre los carburantes. Mientras en octubre el precio medio de la gasolina volvía a estar cerca del euro y medio por litro (1,43 en el caso del gasóleo), a partir de mediados de mes comenzó un paulatino descenso hasta caer a niveles de principios de verano (alrededor de 1,37 euros/litro para la gasolina 95, y de 1,34 para el gasóleo).

El campo estaba abonado para las teorías conspiratorias. El Gobierno necesitaba que el Índice de Precios al Consumo (IPC) de noviembre no se desbocara, ya que debía ser la referencia para actualizar las pensiones. Y una rebaja en los precios de los combustibles podría contribuir a ese propósito. Por tanto, el Ejecutivo habría presionado a las petroleras para reducir sus márgenes de beneficio en ese mes. Lo cierto es que esa teoría se cayó sola cuando el Gobierno decidió no revalorizar las pensiones en función del IPC.

El precio actual de los combustibles está en niveles parecidos a los de principios de año. Según el Boletín Europeo, a 17 de diciembre el litro de gasolina 95 se dispensó en las estaciones de servicio españolas a una media de 1,374 euros, por 1.341 euros el del gasóleo.