Fotografías para redescubrir España
Fernando Manso publica en 'España' una selección de fotografías de monumentos y paisajes con una visión personal y casi mágica Un libro recopila más de cien imágenes de todo el país
Actualizado: GuardarDescubrir una España distinta, alternativa al estereotipo ofrecido en las habituales guías turísticas o de viajes. Deleitarse contemplando con otra mirada las imágenes mil veces vistas de la mezquita de Córdoba, del pantano de Riaño, de las salinas de San Pedro del Pinatar o del castillo de Calatrava. Observar estas maravillas con la belleza que otorga la fotografía, pero desde una perspectiva nueva. Eso es lo que consigue Fernando Manso con una selección de más de cien imágenes de esos monumentos, joyas de la arquitectura y paisajes espectaculares de la geografía ibérica recopilados en su libro 'España'(Editorial Lunwerg), con el que pretende sorprender al lector.
«En la naturaleza hay horas especiales donde ocurren cosas que no estamos acostumbrados a ver, lo inusual, el instante donde se produce una revelación. Y es en esos instantes donde -como muy pocos creadores- trabaja Fernando Manso», explica Antonio López en el prólogo del libro. El genial pintor se deshace en halagos hacia el autor de una obra visualmente muy impactante. Y es que por las 160 páginas del libro cualquier persona puede realizar un inolvidable recorrido por pequeños paraísos de las diecisiete comunidades autónomas como el puerto de Fuenfia, el monasterio de Bonaval en Guadalajara, los molinos de Campo de Criptana o las Tablas de Daimiel, ambos en Ciudad Real.
«Manso no cumple con el estereotipo del fotógrafo, su disposición supera lo corriente y siempre busca algo excepcional. Desde su objetivo ofrece detalles extraordinarios como solo puede hacerlo la fotografía», resalta López. Y es que la gran aportación de Manso en sus fotografías no está solo en retratar los inmensos paisajes que pueden contemplarse en numerosos rincones del país, desde los frondosos bosques de la cordillera cantábrica, los majestuosos Pirineos, las soleadas y enormes playas mediterráneas o los campos de castilla de Antonio Machado. El verdadero valor de sus imágenes está en conseguir que esos lugares, expuestos en multitud de documentales o libros de rutas, se conviertan en 'mágicos', detenidos en el tiempo y el espacio.
Manso, que procede del mundo de la publicidad, consigue impregnar a cada fotografía un sello personal con el que dota de una nueva vida los parajes fotografiados. Gracias a esa técnica basada en la elegancia del blanco y negro y el realismo del color consigue atrapar al lector y transportarle a un lugar que evoca paz, tranquilidad y relax.
Estos espectaculares resultados no se deben al uso de una técnica ultramoderna. Todo lo contrario. Manso consigue esos efectos en sus fotografías gracias a su cámara de fuelle, un intrumento con el que imprime a sus fotos un enorme rigor técnico y unos valores formales y conceptuales homogéneos. Manso, como buen romántico de su profesión, prefiere los instrumentos del siglo pasado a la tecnología de vanguardia. Una característica que hará muy difícil al lector desentrañar si lo que está observando con deleite son fotografías o cuadros.