Mas pone las bases de la Cataluña independiente en su investidura
El líder nacionalista evita poner fecha a la consulta soberanista, pero garantiza que se hará dentro de un marco legal
BARCELONA. Actualizado: GuardarArtur Mas será reelegido hoy presidente del Gobierno de Cataluña con los únicos votos de CiU y ERC. Será investido de nuevo jefe del Ejecutivo catalán y tendrá dos retos para la décima legislatura, superar la crisis más severa en 30 años de autonomía y convocar una consulta de autodeterminación en 2014. Estos dos fueron los ejes del discurso de Mas en el debate de investidura que arrancó ayer con las intervenciones de Mas, el republicano Oriol Junqueras y el socialista Pere Navarro.
Mas evitó la épica y fue al grano. Anunció que uno de los objetivos prioritarios del próximo Gobierno catalán será trabajar en la definición y desarrollo de las estructuras de Estado que configuren la Cataluña independiente. Si alguno aún tenía dudas y esperaba que una vez superados los comicios el suflé soberanista del president empezaría a bajar, este jueves acabó de despejar todas las incógnitas y demostró que va en serio. Así, estableció las bases de la futura Cataluña independiente, que estará dotada de herramientas como la agencia tributaria catalana, cuyo embrión nació en un convenio de colaboración entre las cuatro diputaciones catalanas.
Mas insistió además en el propósito de que la Generalitat pueda gestionar todos los impuestos que pagan los catalanes, anunció que acometerá la transformación del Instituto Catalán de Finanzas en el banco público de Cataluña, la conversión de los Mossos d'Esquadra en una policía integral, señaló que pondrá los cimientos de una seguridad social propia, una administración de justicia y que la Generalitat avanzará en el control de puertos, aeropuertos, redes viarias y de ferrocarril. Según el líder de CiU, Cataluña debe estar a punto para el nuevo escenario que se puede abrir tras el referéndum. En esto coincidió con el presidente de Esquerra, Oriol Junqueras, quien defendió un Estado catalán como la «herramienta indispensable para la recuperación económica, para preservar el Estado del bienestar y para dirigirnos a las instituciones europeas».
Templar el debate
La fecha clave del pacto de gobierno firmado por CiU y ERC es 2014 y, sin embargo, ni Mas ni Junqueras citaron la fecha en sus discursos. A la vista de que el debate en torno al referéndum se ha enconado en el resto de España, incluso con apelaciones al artículo 155 de la Constitución, desde la Generalitat y desde ERC optaron por templar el debate para tratar de rebajar la crispación. La fecha está fijada y ambas formaciones trabajan ya para que los catalanes puedan ejercer el derecho a decidir dentro de dos para hacer coincidir la cita con la consulta escocesa y el 300 aniversario de la Guerra de Sucesión.
Hasta la fecha, el compromiso de Mas con la consulta había sido retórico. Ayer, por primera vez y en sesión parlamentaria, anunció de forma solemne que el Govern someterá a consulta al pueblo de Cataluña la «decisión del futuro político y nacional de Cataluña». Lo que no aclaró es cómo llevará a cabo el referéndum. Eso sí, apeló a la Cámara a facilitar un proceso negociado y dialogado en la búsqueda de los marcos legales necesarios que amparen la cita. Se refería a la ley de consultas que el Parlament dejó a medias en la pasada legislatura y que la Cámara actual retomará en breve. «Esta consulta se hará bajo el marco legal que la ampare», dijo.
Artur Mas, como también hizo Junqueras, lanzó una oferta al resto de fuerzas parlamentarias, salvo PP y Ciutadans, a colaborar en la lucha contra la crisis y en el proceso para convocar el referéndum. El PSC anunció que en este sentido no pondrá obstáculos y se abstendrá en todas las votaciones que afecten a este tema.
El líder de CiU, como así recoge el pacto de legislatura, admitió que tendrá que subir muchos impuestos, pero recordó que otros también lo han tenido que hacer, y sorprendió además por su giro social, también en este caso como gesto hacia una Esquerra a la que está mimando en estos inicios de la legislatura, con múltiples referencias a la escuela y a la sanidad pública, e insistió en que solo con recortes no se sale de la crisis.
En cualquier caso, Mas asumió que la Generalitat tendrá que acometer un recorte del gasto de 4.000 millones y anunció una posición beligerante ante el Gobierno central para que reparta los niveles de déficit de las comunidades autónomas. Desde Esquerra ya han reclamado en los últimos días al Govern que incumpla el objetivo de déficit, lo que podría llevar al Gobierno, según una carta remitida por el Ministerio de Hacienda a las autonomías, a cerrar el acceso al Fondo de Liquidez. «Si Montoro amenaza con cerrar la puerta del FLA en la Generalitat con fines políticos, estaría prevaricando», recordó el portavoz del Govern, Francesc Homs.