Manifestantes protestan en Madrid contra los Presupuestos y los recortes del gasto social aprobados ayer. :: PIERRE-PHILIPPE MARCOU / AFP
ESPAÑA

El Gobierno aprueba los Presupuestos con el rechazo de toda la oposición

La izquierda y los nacionalistas dan 'no' unánime y ni Foro Asturias apoya el ajuste más duro de la democracia

MADRID. Actualizado: Guardar
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La impopular política de ajuste duro y recortes sociales en las cuentas públicas abocó al Gobierno a la soledad parlamentaria más absoluta. Ni un solo diputado de la oposición quiso acompañar ayer al Ejecutivo en la aprobación de la ley más importante del ejercicio, los Presupuestos del Estado para 2013, que, no obstante, recibió la luz verde definitiva del Parlamento de la mano de la mayoría absoluta del PP en el último pleno del año.

Hace seis meses, cuando el 28 de junio el Congreso aprobó los Presupuestos para 2012, aparcados durante meses por el anticipo electoral, Cristóbal Montoro contó con el mínimo consuelo de ver cómo el único diputado de Foro Asturias sumaba su voto afirmativo al de la mayoría popular para sacar adelante el proyecto gubernamental. Ayer ni eso. Enrique Álvarez Sostres mostró su «sensación de frustración» con las cuentas públicas del año próximo, que además «ningunean a Asturias», y anticipó su voto negativo con una sentencia, «el Gobierno ha elegido la soledad».

El único 'sí' que no partió de un escaño del PP fue el del diputado de Unión del Pueblo Navarro, Carlos Salvador, quien siempre vota junto al Ejecutivo ya que fue elegido en las generales de 2011 en una lista conjunta de foralistas y populares.

Los 'noes' pusieron de acuerdo a PSOE, CiU, IU, UPyD, PNV y a todo el grupo mixto -Amaiur, ERC, Coalición Canaria, BNG, Compromís, Geroa-Bai y Foro-. Los argumentos para el rechazo, con diferentes grados de intensidad según los partidos, coinciden. Afirman que el escenario macroeconómico en que se sustenta el proyecto es irreal porque la reducción del crecimiento será superior al 0,5% previsto y en cambio el objetivo de déficit del 4,5% no se cumplirá. Piensan que se trata de unas cuentas obcecadas por la austeridad máxima que recortan el ya estricto Presupuesto de 2012 en 13.000 millones e ignoran los incentivos al empleo, por lo que concluyen que endurecerán los sacrificios a los que ya se somete a los ciudadanos al tiempo que agravarán la recesión.

El PSOE denunció que las cuentas que ha aprobado el Ejecutivo «protegen a los fuertes y perjudican a los débiles»; en opinión de IU van a conducir al país «a un escenario muy peligroso de estallidos sociales»; y para UPyD «son tan falsas como las promesas electorales del PP y tan injustas como las políticas de su Gobierno». CiU, por su parte, aseguró que el Estado es insolidario con las autonomías en el reparto de los escasos recursos disponibles.

Nueve enmiendas de 3.800

Los populares defendieron a capa y espada la política económica del Gobierno, aunque se sustente en los Presupuestos más restrictivos de la historia democrática, porque no hay otra alternativa y, pese a su reconocida impopularidad, es la única que pone «los cimientos de la recuperación» que llegará a finales del año próximo «porque el enfermo está respondiendo bien a la medicina». Antonio Gallego, el diputado que defendió las cuentas en nombre del PP, aseguró que el rechazo en bloque de la oposición se debe a que «a algunos solo les interesa erosionar al Gobierno», y reprochó, especialmente al PSOE, a quien reclamó que «recupere el sentido de Estado», que «de esto no salimos con políticas de pancarta y con demagogia a gogó».

Como ya ocurrió la primavera pasada con las cuentas de 2012, el Gobierno, amparado en la mayoría absoluta popular, asumió desde un principio su soledad parlamentaria y no estuvo dispuesto a hacer una sola concesión a los demás partidos en busca de socios presupuestarios. Después de tres meses de debates en ambas cámaras, el Ejecutivo solo admitió nueve de las casi 3.800 enmiendas a los Presupuestos de 2013 planteadas por los grupos de la oposición, ninguna del millar planteado por el PSOE, y en todos los casos se trató de tecnicismos o asuntos menores sin repercusión en el gasto.

La estrechez de recursos de las arcas públicas hizo que el Gobierno fuese cicatero incluso con los de casa. El PP solo consiguió introducir en el trámite parlamentario iniciado el 29 de septiembre unas 190 enmiendas al proyecto original de Hacienda, la mayoría para solventar fallos o lograr mejoras mínimas o para salir al paso de necesidades de última hora, como ocurrió con la dotación en el Senado de 23.000 millones al Fondo de Liquidez Autonómico para el próximo año.