ESPAÑA

Torres-Dulce ve maniobras policiales espurias para acusar a Mas y Pujol

El juez Pablo Ruz pregunta al Ministerio Público si debe investigar la denuncia de De la Rosa contra el expresidente de CiU

MADRID. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El fiscal general del Estado se metió ayer de lleno en la polémica investigación de la Policía sobre las presuntas cuentas en el extranjero de Jordi Pujol y Artur Mas. Eduardo Torres-Dulce no se anduvo por las ramas y denunció que mandos policiales intentaron, sin éxito, maniobras espurias e «irregulares» con Anticorrupción para poner en pie una acusación contra el expresidente de la Generalitat y el actual jefe del Gobierno catalán.

El máximo responsable del Ministerio Público, durante una entrevista en la cadena Ser, se refirió a la reunión que mantuvieron el pasado 29 de octubre en Barcelona el director del Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado (CICO), el comisario José Luis Olivera Serrano y Marcelino Martín-Blas Aranda, jefe de la Unidad de Asuntos Internos con los fiscales de Anticorrupción Emilio Sánchez Ulled y Fernando Bermejo.

En el encuentro, según todas las fuentes consultadas, los altos funcionarios esgrimieron datos del famoso borrador y de los cinco 'análisis de situación' realizados supuestamente por la Unidad contra la Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) que apuntarían a que los dos políticos tienen cuentas en el extranjero. Los fiscales rechazaron los argumentos y vieron en el encuentro una suerte de encerrona, según reveló ayer Torres-Dulce.

Según su testimonio, «los fiscales de la Fiscalía Anticorrupción actuaron de forma impecable». Sánchez Ulled y Bermejo «recibieron una petición por parte de unos mandos policiales para presentarles una unidad de investigación», y de hecho la agenda solo contemplaba la presentación de una 'nueva' Unidad de Análisis de Asuntos Internos, que en realidad ya existía.

«En cuanto ese objetivo de la reunión se desbordó y aparecieron sugerencias de investigación» sobre Mas y Pujol, los fiscales pusieron pie en pared. El máximo responsable del Ministerio Público explicó que «como no eran los policías adscritos al caso, que en este caso es la UDEF, (los fiscales) cortaron radicalmente la reunión y les ofrecieron la posibilidad de que fueran a hablar con el juez, pero no fueron».

Actuación «irregular»

Para Torres-Dulce no cabe duda de que, como ya en su día apuntó el Consejo Fiscal, la actuación de los policías Olivera -que en su día dirigió la UDEF- y Martín-Blas fue «irregular desde el punto de vista de la relación procesal entre las fuerzas policiales y la Fiscalía». Según el máximo responsable de la acusación pública, la «sugerencia de actividad» que hicieron los funcionarios de investigar a Mas y Pujol «estaba fuera de situación porque no era el cauce regular» para plantearla.

Entretanto, el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ha preguntado a Anticorrupción si debe declararse competente para investigar las denuncias presentadas el 29 de noviembre y el 5 de diciembre por el empresario Javier de la Rosa ante la Policía por amenazas y extorsiones. En esas denuncias, el exrepresentante de KIO en España aseguró que él mismo había intermediado en 1991 para que Jordi Pujol abriera una cuenta en Suiza y que el expresidente de la Generalitat le había amenazado en persona hace unos días durante una reunión en una cafetería de Barcelona.

Tras la respuesta de Anticorrupción, el juez deberá decidir si reabre estas diligencias, que ya activó el pasado noviembre después de recibir una querella del abogado Joaquín Yvancos y una denuncia del sindicato Manos Limpias. Poco después, el instructor desestimó ambas denuncias por falta de competencia.

Yvancos se querelló contra Mas, su consejero de Interior, Felip Puig, y el empresario Carlos Riva. Por su parte, Manos Limpias denunció por delitos contra la Hacienda Pública, blanqueo de capitales, negociaciones prohibidas a autoridades y funcionarios y tráfico de influencias a Pujol, a su esposa, Marta Ferrusola, y a los hijos de ambos, Jordi y Oriol.