Sociedad

A la cesta antes que a la basura

Agricultura cambiará la ley para alargar la fecha de caducidadLa reforma evitará que nueve millones de toneladas de comida sean desperdiciadas cada año en España

MADRID. Actualizado: Guardar
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El Gobierno tiene previsto modificar la normativa que regula la caducidad de los alimentos, una medida dirigida a poner fin a los cerca de nueve millones de toneladas de comida que cada año acaban en los basureros, cerca de seis millones tirados por los productores y distribuidores y casi tres por los hogares.

De esta manera, los expertos tienen previsto revisar las normas de calidad exigidas a cada producto y las tecnologías y el tipo de envasado en fábricas y centros de transformación. Además, estudiarán si las fechas de caducidad y consumo preferente de los productos son las correctas de acuerdo con las tecnologías de conservación actuales -cámaras de maduración, transporte y almacenamiento en frío-, los tiempos de distribución y los hábitos de consumo, que, en definitiva, marcan la demanda en los mercados.

Fuentes del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente explican que una de las principales iniciativas para evitar el desperdicio de alimentos es «alargar al máximo» el tiempo límite para el consumo. El departamento que dirige Miguel Arias Cañete tendrá que buscar un nuevo sistema de etiquetado, de manera que se pueda explicar al cliente que tomar productos más allá de la fecha de consumo preferente no es perjudicial para la salud. Lo que ocurre es que los alimento, principalmente en el caso de los pasteurizados (por ejemplo, los lacteos), van perdiendo su olor o sabor característicos.

El director de Comunicación de Danone, Álvaro Bordas, explica que el plazo de vigencia de un producto, el llamado consumo preferente, «marca el periodo de control de calidad, en el que debe tener todas sus características nutricionales y organolépticas, y todo garantizado por el fabricante». En el terreno de los yogures, las tecnologías y la red de frío en España «han mejorado muchísimo en los últimos años y eso hace que ese periodo se pueda alargar», explica. De hecho, según Bordas, la Asociación Española de Fabricantes de Yogurt y Postres Lácteos Frescos está negociando con la Administración alargar el citado periodo de vigencia.

Agricultura también estudia las tecnologías de envasado, cuya evolución puede alarga la vida útil de los productos más allá de la que tienen reconocida oficialmente. Con la finalidad de evitar que, una vez abiertos, se estropeen y vayan al cubo de basura, los expertos también tienen en cuenta el tamaño del envasado y apuestan por paquetes o botellas más pequeños y, por consiguiente, en los que el producto resulta también más barato.

Solo el 20,5% de la comida que caduca en manos de los distribuidores es aprovechada porque se distribuye entre los Bancos de Alimentos y las ONG. Por ello, desde el Ministerio se pretende recuperar los alimentos desechados para reintroducirlos en la cadena, bien para consumo animal o bien para su reutilización, si se puede, en fines sociales. El propio Arias Cañete anunció hace unas semanas que ya trabajan con la industria para no tirar nada que pueda ser apto para el consumo.

Este cambio en la legislación respondería a las demandas planteadas por el presidente de la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal), José Antonio Busto, que viene solicitando esa modificación de la normativa.

Al cubo, por mayoría

El último Barómetro de Confianza del Sector Agroalimentario revela que el 59,2% de los españoles tira los productos caducados, frente a un 20,7% que los consume si no ha pasado mucho tiempo desde la fecha. Otro 19,5% opta por consumirlo o tirarlo dependiendo del producto. Y es que la caducidad es importante a la hora de comprar para el 85% de los ciudadanos, que mira siempre el dato, mientras que otro 2,2% ni lo ve. Los productos más controlados son los lácteos (42,1%), seguidos de los frescos -carnes, pescados y frutas- (24,5%) y los ultramarinos -galletas o conservas- (10%).

Sin embargo, en el hogar, la atención se rebaja. Así, un 77,2% revisa la caducidad. En caso de estar pasados de fecha, los yogures son los que menos reparos dan (78,8%), seguidos de las legumbres y pastas (16,4%), leche y batidos (12,6%), galletas y dulces (12,1%) y conservas (11,4%). Por otra parte, el 57,7% dice que nunca se come caducadas las frutas, el 26,7% las conservas; el 24,5 los lácteos y el 12,3% los embutidos.

El Barómetro también detecta que en tiempos de crisis el 41,3% de los consultados confiesa que tira menos alimentos a la basura. Así, el 13,7% dice que reutiliza más productos como el aceite.

Agricultura aprovechó la encuesta para preguntar sobre la fecha de caducidad y el consumo preferente. Estos conceptos los diferencia el 64,7% de los españoles, especialmente los jóvenes (70,7% de los consultados). Por ello, el 54,6% admite que compraría productos que fueran puestos en oferta por que están próximos a caducar. Además, el 75,1% de los consumidores apoya la propuesta del Parlamento Europeo para ampliar la fecha de caducidad.