Débil respaldo a la Constitución egipcia
Pese al 'sí' general, la primera fase del referéndum registra el rechazo en la capital y la menor participación desde que cayó Mubarak
EL CAIRO. Actualizado: GuardarLa mayoría de los egipcios ha decidido apoyar la nueva Constitución impulsada por el presidente Mohamed Mursi y sus bases islamistas en la primera fase del referéndum. Sin embargo, el estrecho margen por el que ha triunfado el 'sí' -apenas el 57%-, su rechazo en la capital del país y la baja participación suponen un duro golpe para el presidente, los Hermanos Musulmanes y la legitimidad del texto que deberá marcar las bases fundacionales del nuevo Egipto. Varias ONG, así como la oposición laica, pidieron repetir el sufragio por las irregularidades registradas.
Los datos oficiales no se conocerán hasta que se complete la segunda fase del referéndum el sábado 22. Pero desde la madrugada de ayer los Hermanos Musulmanes y la oposición no islamista unida en el Frente de Salvación Nacional (FSN) filtraron los datos de sus observadores. Según la cofradía, el 'sí' se impuso en 8 de las 10 provincias en las que se votó el sábado.
Los márgenes han sido abrumadores en algunas zonas del sur con grandes simpatías islamistas como Sohag (78,8%), pero la diferencia ha sido mucho más estrecha en regiones más pobladas como Alejandría (55,6%) o Daqaliya (55,1%), en el delta del Nilo. En Garbiya, cuya capital, Mahalla al-Kubra, es uno de los centros obreros más combativos, ganó el 'no' (52,1%), así como en El Cairo (56,9%). Es probable, sin embargo, que el 'sí' amplíe su margen tras la segunda fase, en provincias más rurales donde la oposición no islamista tiene más problemas para llegar a la población.
Repetir el proceso
El gran fracaso de este referéndum es, sin duda, la participación, que cayó hasta el 33%, la menor de todas las citas electorales celebradas desde la caída de Mubarak. Las largas colas del sábado en los colegios, que obligaron a retrasar su cierre cuatro horas, resultaron engañosas, y parecen más debidas a la falta de organización y la reducción del número de mesas que al interés de los ciudadanos por el texto constitucional.
También el FNS reconoce que un 55% de los egipcios apoyó la Constitución. Sin embargo, la agrupación denunció «irregularidades sin precedentes» que podrían haber afectado a los resultados, y se unió a la petición de varias organizaciones de derechos humanos de repetir esta primera fase. Entre las violaciones que los grupos han destacado se encuentran papeletas de voto sin sellar, «falsos jueces» supervisando las mesas o la acreditación de más de 20.000 miembros del brazo político de los Hermanos Musulmanes para que accedieran a los colegios como observadores, permiso que utilizaron para hacer campaña por el 'sí' una vez dentro.
«Más del 44% de los egipcios rechaza esta Constitución, y el porcentaje sería aún mayor si hubiéramos tenido más tiempo para intentar llegar a los ciudadanos», reconoció a este diario Ahmed Maher, líder del movimiento 6 de Abril, uno de los impulsores de la revolución. «Los resultados reflejan que no es una Constitución de consenso y que Mursi debe tender la mano y aceptar un diálogo sincero con la oposición si quiere evitar más problemas», señaló el activista.