Ángel Carromero cumplirá su condena en España

Los Gobiernos de Madrid y La Habana alcanzaron un acuerdo para que Ángel Carromero, condenado por la Justicia cubana a cuatro años de prisión por el homicidio imprudente de los disidentes cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero, cumpla su pena en España.

Esta era una de las dos posibilidades que existían para que el dirigente de Nuevas Generaciones del Partido Popular de Madrid pudiera abandonar la isla caribeña. La otra era la expulsión por parte del Gobierno de Raúl Castro, lo que hubiera significado que no tuviera que ingresar en una prisión española, si bien las autoridades cubanas no parecen haber aceptado que Carromero esquive la condena que se le impuso el pasado octubre.

El español se negó a recurrir la sentencia con el propósito de acelerar el proceso de su traslado a España, y de inmediato solicitó que este se realizará conforme permiten las relaciones bilaterales entre ambos países. Fue el primer paso de este proceso legal que, tras el visto bueno de Madrid y La Habana, está ahora a punto de concluir. Sobre la fecha en que podrá concretarse su regreso la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, prefirió guardar silencio y mantener la «cautela». Y es que el Ejecutivo no quiere que ningún paso en falso pueda hacer cambiar de opinión a las autoridades caribeñas.

A lo largo de los últimos meses la diplomacia española ha venido negociando de forma discreta el regreso de Carromero. Las conversaciones mantenidas en la Cumbre de Cádiz del pasado mes de noviembre entre el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, parecen haber resultado claves. El titular de Exteriores se involucró desde un primer momento en encontrar una salida a la situación y no escatimó esfuerzos en alcanzar un acuerdo satisfactorio con Cuba.

«Conducción imprudente»

Carromero conducía un coche de alquiler el pasado 22 de julio en el que también viajaban Paya y Cepero, además del ciudadano sueco Jens Aron Modig, líder de las Juventudes Democristianas de su país. El automóvil se salió de la vía y colisionó contra un árbol fruto de lo cual fallecieron los dos ciudadanos cubanos. Según el tribunal que condenó a Carromero, el siniestro se produjo «como consecuencia de la conducción imprudente» del español. La familia de Payá, uno de los disidentes cubanos con mayor reconocimiento internacional, denunció que el automóvil había sido embestido antes del accidente por otro vehículo, lo que había producido la salida de la calzada. Carromero negó sin embargo esta posibilidad durante el juicio y asumió que, aunque no circulaba con exceso de velocidad, sí había perdido el control del coche. Las autoridades caribeñas también le acusaron de haber realizado actividades ilícitas en la isla y haber viajado hasta ella con el fin de entregar una cantidad de dinero para financiar las actividades de la disidencia.

Junto al dirigente de Nuevas Generaciones viajará para completar su pena otro ciudadano español. Se trata de Miguel Vives, del que el Gobierno solo avanzó que fue condenado por un delito de tráfico de drogas.