Cataluña «no acata» la reforma de Wert
Convocados por Artur Mas, advirtieron de que la Generalitat dará preeminencia a la Ley de Educación de Cataluña sobre la estatal Los partidos del Parlament, salvo PP y Ciutadans, pactan desobedecer la normativa si no cambia
MADRID / BARCELONA. Actualizado: GuardarEl ministro José Ignacio Wert comprobó en la jornada de ayer hasta qué punto la polémica por el uso del catalán en las aulas se ha adueñado de la reforma educativa. A la matutina sesión de control parlamentaria en la que toda la oposición en pleno censuró el «franquista» anteproyecto de Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) por el modelo lingüístico, se sumó la reunión convocada por el presidente de la Generalitat, Artur Mas, a la que acudieron la mayoría de los partidos catalanes y donde acordaron rebelarse al decidir «no acatar» la normativa si no se produce un cambio profundo en lo que representa un pulso al Ejecutivo central de imprevisible desenlace.
Lejos de calmarse, el enfrentamiento entre el Gobierno central y Cataluña se redobla. Todos los partidos del Parlament -a excepción del PP y Ciutadans- y el Consejo Escolar de Cataluña pactaron en la cumbre auspiciada por Mas a hacer un frente común contra la reforma de Wert para forzar un «profundo cambio» de la ley. En caso de no conseguir una modificación sustancial, advirtieron de que se dará preeminencia a la Ley de Educación de Cataluña sobre la estatal, lo que representa todo un acto de insumición. La normativa autonómica acumula varias sentencias contrarias del Tribunal Constitucional y el Supremo en algunos de sus apartados referidos al derecho de utilizar el castellano como lengua vehicular. Es precisamente en esas sentencias en las que se escuda el Ministerio para regular el uso del castellano.
El secretario general de CDC, Oriol Pujol, insistió en que el modelo de inmersión lingüística vigente en Cataluña está avalado por «30 años de éxitos». Además, recordó que su sistema es «inclusivo» al no segregar a los profesores y a los niños por su idioma. Las formaciones catalanistas convinieron además en la necesidad de presentar enmiendas conjuntas a la ley cuando se tramite en el Congreso y se mostraron partidarias de acudir al Constitucional si la norma se aprueba en los términos que contempla el borrador del anteproyecto.
Desde la Generalitat reiteraron que presentarán una enmienda profunda a la Lomce y que la consejera de Educación, Irene Rigau, acudirá el próximo viernes a la reunión con el ministro Wert para defender las competencias de la Generalitat y rechazar «el ataque directo» a la inmersión lingüística. Ese encuentro será una de las últimas oportunidades de que ambas partes lleguen a un acuerdo o, al menos, acerquen posturas antes de la decisiva conferencia sectorial del 19 de diciembre en la que las comunidades autónomas darán el visto bueno al anteproyecto de ley gracias a la mayoría de la que goza el PP en los gobierno regionales.
En esa reunión es muy probable que Wert presente la mayoría de las propuestas del PP catalán para matizar el uso del catalán en las aulas y que, entre otras coas, eliminará la denominación de 'especialidad' para las asignaturas de las lenguas cooficiales. Un término que los populares catalanes consideran da pie a la tergiversación por parte de los nacionalistas.
Choque en el Congreso
Por la mañana, Wert escuchó en el hemiciclo las críticas de la oposición, especialmente de los partidos catalanes. El fuego lo abrió el portavoz de ERC, Alfred Bosch, que llegó a acusar al Ejecutivo de «perpetrar un atentado contra un país entero». «Han chocado con un gigante, con una nación dispuesta a defender un modelo de éxito -ha dicho- Ya vale. Ni se les ocurra tocar a nuestros hijos». El representante de ICV, Joan Coscubiela, tampoco estuvo suave. «Cuando nadie se acuerde de usted a los niños se les seguirá enseñando en catalán. Usted fracasará», dijo a un Wert que, en varias ocasiones, hizo uso del catalán (una lengua que habla con fluidez) desde la tribuna. En una línea similar, el portavoz del PSC, Francesc Vallés, advertió de que si el Gobierno «toca» el catalán «tendrá a un pueblo entero en contra».
El ministro de Educación, Juan Ignacio Wert, se mostró dispuesto a dialogar con todas las fuerzas políticas para llegar a un acuerdo sobre la reforma educativa y defendió que nada en el borrador presentado la semana pasada puede ser interpretado como un ataque a la escuela catalana. Wert insistió en que su única pretensión es abordar el problema del fracaso escolar y, en el caso de Cataluña, ajustar la ley a las sentencias de Tribunal Constitucional y del Supremo que consideran que no se da respuesta suficiente los padres que desean, en el ejercicio de su libertad de elección, que sus hijos sean educados en castellano.