Artículos

Patrimonio inmaterial de la humanidad

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La organización de las naciones unidas para la educación la ciencia y la cultura (Unesco) ha nombrado a los patios cordobeses como patrimonio inmaterial de la humanidad, añadiendo así a su lista otro elemento más. Esta lista tiene como objetivo garantizar una mayor visibilidad del patrimonio cultural inmaterial en general, dar a conocer su importancia y propiciar el diálogo respetando la diversidad cultural. El patrimonio cultural inmaterial se refiere a las prácticas y expresiones transmitidas de generación en generación como las tradiciones orales, las artes del espectáculo, los usos sociales, los rituales y actos festivos, los conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo o el conocimiento de técnicas artesanales tradicionales. Ahí queda eso. Pues bien desde estas líneas solicito a esa organización que venga a Cádiz y contemple las prácticas y expresiones que aquí se transmiten de generación en generación y que durante casi doscientos años llevamos haciendo los gaditanos en nuestro carnaval. Cada año, miles de personas preparan en nuestra ciudad un espectáculo inédito representado en agrupaciones, en donde música, ingenio, poesía, plasticidad, escenografía y el arte en general hace de nuestra fiesta una de las más originales y creativas del mundo, y donde además de respetar las tradiciones inmateriales de nuestros antepasados, perpetuamos las costumbres y usos que nos legaron. Con mis respetos a los patios cordobeses, que son geniales sin duda, las agrupaciones del carnaval de Cádiz, tienen a mí entender tanta o más riqueza cultural e inmaterial que esas fiestas y mucho más que otros galardonados como por ejemplo, el tejido tradicional del sombrero ecuatoriano de paja toquilla o incluso que la danza de las tijeras en Perú y que decir que la fiesta de 'la Mare de Déu de la Salut' en Algemesí de Valencia o tal vez los 'castells' de Barcelona, o etc.

La Unesco debería de venir a Cádiz y sentarse en un palco del Falla durante el concurso de agrupaciones para contemplar el grandísimo patrimonio cultural e inmaterial que tenemos los gaditanos o tal vez que alguien los invitara a venir.