Varios aviones de Iberia 'descansan' en el aeropuerto de Barajas. :: VICTOR R. CAIVANO / AP
Economia

El Gobierno redobla su presión sobre Iberia para que no reduzca la compañía

El ministro de Industria considera «inaceptable» que la compañía cierre ahora rutas hacia América Latina

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El ministro de Industria y Turismo, José Manuel Soria, expresó pública y explícitamente ayer la opinión del Gobierno ante el plan de reestructuración planteado por la dirección de Iberia. Soria calificó de «inaceptable» el cierre de rutas de la compañía aérea y que para ir a La Habana haya que pasar por Londres. «No tendría sentido que para ir a un destino de Sudamérica que a lo largo de muchos años lo hemos podido hacer directamente, ahora tengamos que irnos a otra capital europea», apuntó. El pasado viernes, Iberia anunció que cancelará a partir del 1 de abril las rutas de largo radio a La Habana y Santo Domingo y dejará de volar a Atenas, El Cairo y Estambul a partir de mediados de enero. El ministro recalcó que no hay «ninguna razón» para que Iberia deje de operar esas rutas y destacó que «el mercado iberoamericano es muy importante para Iberia y para España».

El responsable de Turismo señaló que en días anteriores se había reunido con IAG -el holding resultante de la fusión entre Iberia y British Airways- para mostrarle «la profunda preocupación» del Gobierno por la situación de Iberia dentro del holding y emplazarle a que reconduzca el conflicto y se llegue a un acuerdo entre las partes.

Las declaraciones del ministro reforzaron las que en días anteriores había realizado la ministra de Fomento, Ana Pastor, cuando aseguró que quería que «nuestras empresas del sector aéreo sigan siendo españolas» y se comprometió a velar por la «conectividad aérea», además de exigir que se cuidarán «rutas importantes con América Latina y Europa». Pastor, que defendió que una empresa tiene que ser viable, también reclamó «un plan de futuro e integral» a la compañía «porque la única medida no puede ser reducir su tamaño y despedir plantilla».

La presión está puesta ahora sobre la dirección de Iberia, una vez que los sindicatos anularon la huelga convocada para este viernes y la semana que viene. La ministra de Fomento elogió el «ejercicio de responsabilidad» y el «ejemplo» dado por las centrales sindicales.

Huelga en enero

No obstante, en la reunión que mantuvieron ayer, los sindicatos Asetma, CC OO, CTA-Vuelo, Sitcpla, UGT y USO acordaron instar a una nueva mediación del Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA) -que podría iniciarse el próximo lunes- y a convocar una nueva huelga que empezaría el 7 de enero si no se resuelve el conflicto. «Se abre ahora un periodo de tiempo que la dirección de Iberia debe aprovechar», concluyeron los sindicatos. La compañía se ha apresurado a convocar a los representantes sindicales para mañana con la intención de negociar lo que llaman Plan de Transformación 2012-2015 de la compañía. Manuel Atienza, miembro de la Comisión Permanente del Sector Aéreo de UGT, aseguró que la «flexibilidad» de Iberia «es falsa» y que la posición de la compañía no ha variado «aunque la empresa diga otra cosa».

Pero no cabe duda de que el goteo de declaraciones de ministros sobre la situación de Iberia escuece en la compañía. Tras las críticas de Soria, la empresa aseguró en un comunicado que los pasajeros seguirán contando con vuelos entre Madrid y los destinos que va a suspender de cara a 2013, ya que algunas de estas rutas ya son operadas por otras aerolíneas, además de que la compañía ofrecerá esos destinos en conexión a través de su red. Y remata señalando que no existe ningún vuelo directo entre Londres y La Habana. En su nota, la aerolínea explicó que Air Europa vuela seis veces por semana entre Madrid y La Habana y opera un vuelo diario entre Madrid y Santo Domingo, mientras que Cubana de Aviación opera dos vuelos semanales entre la capital española y la cubana.

El Plan de Transformación 2012-2015 contempla recortar un 23% la plantilla, eliminar las rutas menos rentables, reducir salarios entre un 25% y un 35% y reducir los aviones con el objetivo de hacer «la compañía rentable y por tanto, viable». Los sindicatos reclaman un plan de viabilidad y de futuro para la compañía, que lleve a su crecimiento y no a empequeñecerla. Según Atienza, el plan de Iberia acabará convirtiéndola en una «sucursal de tercera» de IAG.