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La alegría jonda de Israel Galván contra el holocausto
MADRID. Actualizado: GuardarLe asaltaron un sinfín de emociones cuando se propuso «bailar lo imbailable», el exterminio gitano a manos de los nazis. Israel Galván (Sevilla, 1973) quería expresar con la hondura de su danza un de las páginas más terribles y dolorosas de la historia reciente de la humanidad. «Comprendí que al única manera de hacerlo era a través de la alegría, que esa era la emoción que debía predominar en este desafío», dice el timidísimo bailaor, una suerte de Nijinsky de lo jondo, Premio Nacional de Danza en 2005, que lleva al Teatro Real y en estreno mundial su último reto.
Se titula 'Lo Real-Le Réel-The Real' y es al primera vez que este iconoclasta que le ha dado la vuelta al guante del flamenco baila acompañado. Ha reclutado a las bailaoras Belén Maya e Isabel Bayón para compartir escenario en esta producción que llevará primero a Sevilla, Granada y Barcelona y girará luego por Francia, Alemania y Holanda. Para la dramaturgia y la dirección escénica de este estreno absoluto ha recurrido Galván a sus colaboradores habituales, Pedro G. Romero y Txiki Berraondo.
«El baile me sirve para quitarme los miedos y vivir», explica Galván extrayendo cada palabra de lo más hondo de su corazón. En un rasgo de sinceridad reconoce haber albergado a su pesar cierta «fascinación horrorosa» por la estética nazi pareja con a la que «el nazismo sintió por los folclórico» y con la que tuvo que familiarizarse al abordar un proyecto «que suponía bailar lo imposible».
«La documentación fue el antídoto. Con esto no se puede bromear lo más mínimo. Se trata de enfrentarte a lo que no se puede bailar, que es en sí una invitación al propio baile, y no significa bailar por bailar», explica Galván. Precisa que el espectáculo «pretende mostrar cómo superar la muerte pero sin mostrarla».