Chávez lucha de nuevo contra el cáncer
La cuarta operación al líder venezolano en La Habana preocupa a los empresarios del país y reaviva la inquietud en su aliado cubano
LA HABANA. Actualizado: GuardarHugo Chávez llegó ayer de madrugada a La Habana y, a juzgar por la comitiva de coches oficiales aparcada frente al hospital oncológico del barrio capitalino de El Vedado, habría sido trasladado de inmediato a este centro especializado para ser sometido a la cuarta operación de un tumor canceroso en año y medio. Aunque la esperanza es lo último que se pierde, este nuevo embate se presenta muy duro. Lo confirma la designación de un sustituto, el vicepresidente y canciller Nicolás Maduro, por si el presidente electo queda inhabilitado para gobernar. Otra muestra de que el líder bolivariano está amarrando en vida la transición en Venezuela.
Chávez dijo estar «lleno de optimismo» al llegar al aeropuerto habanero, donde lo esperaba a pie de escalerilla el presidente Raúl Castro de uniforme. «Con el favor de Dios, saldremos victoriosos de esta nueva batalla», había declarado al despedirse de sus más cercanos colaboradores en Caracas. Entre los que le acompañaban en este nuevo y grave trance de salud se encuentran sus hijas y Maduro. A mediodía llegó también a La Habana el presidente de Ecuador, Rafael Correa, para solidarizarse con su aliado y colega.
La gran incógnita ahora es si Hugo Chávez podrá recuperarse lo suficiente como para asumir el 10 de enero oficialmente su cuarto mandato, para el que los venezolanos lo eligieron el 7 de octubre con el 55% de los votos. Mientras permanezca en Cuba, la discreción y la tranquilidad necesarias para su convalecencia están garantizadas. Desde Venezuela, el Gobierno pidió a los ciudadanos que sigan atentos a la televisión oficial porque por este medio se les informará de la evolución de esta etapa.
Antes de las elecciones, Chávez había dicho que estaba curado del cáncer. Pero el domingo ofreció detalles de cómo y cuándo le comunicaron que la enfermedad había reaparecido y de la necesidad de atajarla de inmediato. También habló por primera vez de la posibilidad de su muerte o de un deterioro físico que le impida gobernar. Y apeló a la Constitución para garantizar la continuidad de su obra. Qué va a suceder en los próximos días o meses dependerá de si Chávez puede superar esta fase o sucumbe al mal.
A priori, se presentan tres escenarios. Que Chávez no pueda asumir el mandato en enero de 2013, por lo que se deberían convocar nuevas elecciones en un plazo de 30 días y el poder lo asumiría el presidente de la Asamblea Nacional. El mandatario pidió votar por su 'sucesor' Maduro si había que acudir a las urnas.
Preocupación económica
El segundo escenario es que Chávez asuma la presidencia pero muera antes de cumplir los primeros cuatro años. En este supuesto también deben convocarse los comicios en 30 días. Pero si, en un tercer supuesto, el fallecimiento se produjera en los dos últimos años, entonces el vicepresidente podría completar los seis años de mandato.
Ahora solo cabe esperar. Los chavistas rezan y se manifiestan para apoyar a su líder. La oposición, por su parte, dice estar lista para asumir el reto del cambio de poder. A Henrique Capriles, que fue su rival en los comicios del 7 de octubre, el asunto de la sucesión dentro del chavismo no le agrada: «Esto no es Cuba, donde hay un rey y sube al trono el designado».
La nueva recaída de Chávez ha reavivado la inquietud en Cuba. El líder venezolano es el principal aliado político y comercial de Raúl Castro, y el petróleo que envía resulta vital para la isla. Venezuela proporciona a La Habana 100.000 barriles de crudo diarios, y obtiene en contrapartida servicios médicos, educativos y deportivos. La salud de Chávez es la principal noticia de los medios cubanos.
La preocupación no es menor en Venezuela. La principal patronal pidió al vicepresidente Maduro que reciba a los empresarios para acordar «ajustes urgentes» y advirtió de que el país «está virtualmente paralizado». «No esperamos a enero, las decisiones hay que tomarlas ahora», reclamó el responsable de Fedecámaras, Jorge Botti.