Economia

Los sindicatos desconvocan la huelga en Iberia hasta después de navidades

Los paros se anulan «en interés de los usuarios» y para no afectar al turismo, pero podrían realizarse en enero

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Los sindicatos con representación en Iberia desconvocaron la huelga prevista para el próximo viernes y del lunes al viernes de la semana que viene, a pesar de no haber alcanzado un acuerdo con la dirección de la compañía sobre el plan de reestructuración de la aerolínea, que contempla la pérdida de más de 4.500 empleos.

Representantes sindicales señalaron que decidieron desconvocar la huelga «para no hacer rehenes del conflicto a los usuarios en estas fechas» y para no afectar al sector turístico, dada la alta demanda en navidades. «No queremos generar un problema es estas fechas ni para los usuarios del transporte aéreo ni para otras aerolíneas, cuyo mantenimiento depende de Iberia», señalaron fuentes de UGT.

Sin embargo, la reunión celebrada ayer en el SIMA (Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje) no sirvió para acercar posturas, aunque se prolongó durante varias horas. Por eso, como el desacuerdo con la empresa «es total» y la dirección de Iberia «no se ha movido ni un milímetro» de sus posiciones, según fuentes sindicales, los sindicatos no descartan volver a plantear una huelga en enero.

El conflicto en Iberia fue seguido con mucha preocupación por el Ministerio de Fomento, que mantuvo reuniones tanto con la empresa como con los sindicatos. La ministra de Fomento, Ana Pastor, hizo varios llamamientos a todas las partes para la negociación y el diálogo. En una de sus últimas intervenciones, Ana Pastor recalcó que «en estos momentos, España no está para conflictos en sectores estratégicos». Ayer, era el ministro de Industria, José Manuel Soria, quien reclamaba a empresa y sindicatos que no se levantaran de la mesa de negociación «hasta alcanzar un acuerdo». Acuerdo no hay, pero huelga tampoco. Por ahora. Los sindicatos resaltaron que han escuchado los reiterados llamamientos del Gobierno a la «responsabilidad», pero que la dirección de la empresa «está enrocada y hace oídos sordos». Por eso, esperan que, ahora, la presión del Gobierno logre modificar también la postura de la empresa.

Los sindicatos convocantes de la huelga ya anulada se reúnen hoy para establecer un nuevo calendario de movilizaciones, que «en ningún caso» afectaría al periodo navideño. El portavoz del sector aéreo de UGT, Francisco Rodríguez, criticó que la primera respuesta de Iberia tras la reunión la semana pasada del comité de huelga, donde se hizo una propuesta para desconvocar la huelga, fuera «una comunicación sobre la retirada de rutas que son estratégicas basado en un principio exclusivamente financiero sin tener en cuenta los intereses de la compañía y del país». Iberia ha anunciado que dejará de operar las rutas a Atenas, El Cairo, Estambul, Santo Domingo y La Habana, debido a su escaso tráfico de negocios y sin tráfico turístico emisor hacia España.

Por su parte, el presidente del sindicato de tripulantes de cabina Sitcpla, Antonio Escobar, explicó que se han producido «avances» pero «insuficientes». Entre ellos, la posibilidad de que los despidos puedan acabar acogiéndose al ERE que se ha estado aplicando en la compañía, con «condiciones ventajosas» tanto para el trabajador como para la compañía, en opinión de Escobar.

El daño ya está hecho

La dirección de Iberia aseguró que ha mostrado «la máxima flexibilidad» hacia las propuestas de los sindicatos en el arbitraje del SIMA. Una reunión en la que los mediadores del SIMA se entrevistaban por separado con la empresa y los sindicatos. Tras la reunión, fuentes de Iberia señalaban que la desconvocatoria de la huelga es un «punto de partida» para las próximas reuniones. Iberia espera que en el futuro se recurra al diálogo y a agotar las negociaciones antes de convocar huelgas «que infringen un grave daño a la empresa y a los clientes» e incide en que, aunque se ha desconvocado, «el daño ya está hecho».

El plan de reestructuración planteado por Iberia y rechazado por todos los sindicatos contempla, además de la pérdida de 4.500 empleos a tiempo completo, la reducción de capacidad de la aerolínea, con 25 aviones menos; menos rutas operadas dando más relevancia a las líneas de pasajeros de negocios, mucho más rentables que las de pasajeros turísticos; reducciones de sueldos entre el 25 y el 35%; y la segregación de los servicios de handling y mantenimiento.