Economia

Llanto por Mario Monti, un servidor del euro

El dirigente italiano estableció una alianza con Hollande y Rajoy y logró que el BCE elaborará el plan de compras de deuda

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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La marcha de Mario Monti trasciende los números rojos en los parqués y los angustiosos ascensos de la prima de riesgo. Con su previsible salida del Gobierno italiano antes de final de año, la zona euro afronta un nuevo golpe en su maltrecha credibilidad y se expone a varios meses de dudas con un final incierto. Aunque las encuestas ven muy poco probable un nuevo triunfo de Silvio Berlusconi, la dimisión del líder tecnócrata será muy difícil de superar. Hace poco más de un año, cuando parecía que la moneda única iba a implosionar, la llegada de Monti resultó tan reconfortante que muchos le bautizaron como el gran salvador del proyecto europeo.

El presidente de la UE, Herman van Rompuy, no pudo ocultar su decepción al referirse a la renuncia del líder transalpino. «No quiero interferir en la política italiana, pero Monti ha hecho un gran trabajo como primer ministro», proclamó. El mandatario belga, que se desplazó hasta Oslo para recibir el premio Nobel de la Paz otorgado a la Unión, no se libró de los problemas de la zona euro ni en una jornada tan señalada. «Gracias a él, se restauró la confianza en Italia. Ha sido extremadamente útil para mantener la estabilidad en la moneda única», agregó convencido de que el país transalpino «no tiene alternativa» a su agenda de ajustes y reformas. «Es la única manera de combatir la recesión y el paro», remarcó.

En los últimos meses, el líder tecnócrata había cuajado una alianza junto a Hollande y Mariano Rajoy. El trío desarticuló el directorio franco-alemán y, desde entonces, planta cara a las exigencias de austeridad a ultranza alentadas por Merkel y sus satélites del Norte. Su mayor triunfo lo obtuvieron a finales del pasado junio, cuando Roma y Madrid amenazaron con un boicot si no se actuaba para calmar a los mercados. La canciller se vio obligada a ceder, lo que facilitó el ulterior plan del BCE para comprar deuda bajo estrictas condiciones.