Primer gran golpe a la 'industria' de la pornografía infantil en España

En la Brigada de Investigación Tecnológica saben que no es una redada más contra la pedofilia. Probablemente la 'operación Espada' es el mayor golpe en España contra la cada vez más lucrativa 'industria' de la pornografía infantil. La Policía ha detenido a 28 personas en catorce provincias diferentes y ha imputado a otras diez acusadas de ser miembros o clientes de una red internacional dedicada a la distribución de DVD con violaciones y abusos a niños. Un negocio que generaba unos ingresos superiores a los 1,6 millones de dólares anuales.

Entre los detenidos en España hay cuatro hombres acusados directamente de abusar sexualmente de los menores, a los que también grababan durante las violaciones. Dos de los arrestados, de nacionalidad británica y capturados en Alicante, fueron sorprendidos 'in fraganti' cuando la Policía fue a registrar un piso en el que los pederastas se habían citado con dos niños para una 'sesión'. Estos dos pedófilos habitualmente pagaban a los menores para que se dejaran abusar, pero en el caso de que los adolescentes se negaran recurrían a la fuerza, escenas que también grababan.

Otro de los imputados por abusos, también arrestado en Alicante, era un 'turista sexual' de edad avanzada, que igualmente registró sus encuentros sexuales con niños, sobre todo en sus viajes a Cuba y Marruecos. El cuarto, arrestado en Madrid, es el responsable de un club ciclista, imputado por haber vejado a 14 adolescentes. La brigada además investiga si un quinto individuo, detenido en Málaga, también pudo violar a niños. En su domicilio, los agentes se han incautado de un ordenador con varios archivos encriptados, que sospechan que son de contenido pedófilo y protagonizados por él mismo.

La Policía ha podido 'rescatar' a un total de 19 menores, catorce en Madrid y cinco en Alicante. Todos son varones y sus edades oscilan entre los once y los 16 años. Además de los niños y adolescentes españoles la red usaba a menores de Ucrania, Rumanía y Alemania. «La mayoría de los menores ya han sido identificados y rescatados en sus respectivos países», explicó ayer la Dirección General de la Policía.

El entramado empresarial desarticulado tenía su 'sede central' en Toronto (Canadá). La red, que había echado profundas raíces en España, no obstante distribuía, a través de tres páginas webs, DVD a 94 países, fundamentalmente en América, Europa y Asia.

Fueron precisamente las autoridades canadienses las que el pasado abril, a través de Interpol, advirtieron al Ministerio del Interior que la red americana, que operaba desde 2004, había extendido sus tentáculos a España y que en el país había ya clientes que habían gastado hasta mil euros para hacerse con vídeos, amén de que existían individuos que estaban 'produciendo' vídeos por su cuenta en territorio nacional.

Durante meses

Los agentes de la Brigada Tecnológica han rastreado durante meses las transacciones para la compra del material pedófilo. Al final esas pesquisas condujeron a la detención de 28 personas y la imputación de otras diez: en Alicante (4), Barcelona (8), Cádiz, Castellón (2), Ciudad Real, Huelva, Las Palmas (3), Madrid (8), Málaga, Navarra, Pontevedra, Sevilla (2), Tarragona (2) y Zaragoza (3).

A lo largo de la operación Espada' los funcionarios han realizado 31 registros en los que se han incautado 20 ordenadores, 81 discos duros, 1881 soportes ópticos, 27 memorias USB, siete tarjetas SD, un módem, seis teléfonos móviles, seis cámaras de fotos y dos cámaras de vídeo. Además, en una de las viviendas allanadas los agentes encontraron decenas de fotos impresas de niños desnudos y una habitación llena de álbumes con idéntico material.

Según informó ayer la Policía, al menos dos de los detenidos tenían antecedentes. Uno de los británicos arrestados en Alicante ya cumplió en su país un año de cárcel por abusos sexuales a niño. Uno de los capturados en Las Palmas, por su parte, ya había sido detenido con anterioridad en el marco de otra investigación por pedofilia.

Uno de los hechos que más ha inquietado a los investigadores es que varios de los detenidos tenían contacto directo con niños. Es el caso de un catequista laico arrestado en Madrid, un profesor de religión de Málaga o un organizador de campamentos de una Iglesia adventista de Las Palmas.