Ni un triste detalle
Actualizado: GuardarEntre los errores y aciertos que ya se pueden ir recontando de todo lo hecho en Cádiz con motivo del Bicentenario hay mucho que discutir. Nunca llueve a gusto de todos, y a los que la Cumbre les pareció un pelotazo les puede haber parecido un fiasco la programación cultural. Y a la inversa exactamente lo mismo. No obstante, hay algo en lo que casi hay unanimidad. El monumento conmemorativo de la efeméride, las Antorchas de la Libertad, no están a la altura ni de la ocasión ni de la ciudad. No es culpa del arquitecto, un profesional joven que lo intentó y ganó.
Hay que remontarse al concurso de ideas y a los intereses que se pusieron sobre la mesa a la hora de escoger el proyecto ganador. Quizá entonces se pensó que escogiendo algo medianamente digno pero muchísimo más barato que otras ideas que, a simple vista, y sin ser un entendido en la materia, eran manifiestamente mejores, se saldría del paso sin echarse a nadie encima. Efectivamente, las Antorchas de la Libertad se han erigido antes de que terminara el año, con modificaciones respecto al proyecto original en cuanto a la altura y los materiales, en un entorno que no era ni muchísimo menos el esperado, y aparte de un par de vídeos con cierta gracia y bastante mal gusto colgados en internet, nadie se ha sentido tan ofendido por los dos hitos como para organizar una manifestación. El Ayuntamiento tiene su monumento y se ha salvado el expediente.
Lo que resulta sorprendente es que una obra de esta magnitud, que ha supuesto un gasto de más de 600.000 euros, ni siquiera se ha merecido un triste acto de inauguración. Una falta de respeto al arquitecto y una muestra de resignación del Gobierno local. Desde que se escogió el proyecto se dijo que estaba pensado para poder mover las antorchas de sitio.
Me da a mí que se van a mover tanto que en unos años estarán escondidas. Yo apuesto por que habrá que darse una vueltecita hasta la Punta de San Felipe para poder verlas. Y dentro de cien años, los historiadores volverán su vista en el Tricentenario al monumento de las Cortes de la plaza de España y se preguntarán si en 2012 no se construyó nada en homenaje al Bicentenario.