Clinton llama a la convivencia pacífica en su visita a Belfast
BELFAST. Actualizado: GuardarEn uno de sus últimos viajes como secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton decidió visitar Irlanda del Norte. Su objetivo era abordar con los líderes políticos locales el proceso de paz en la región -que en 2013 cumplirá su 15º aniversario-y las oportunidades económicas que el fin del conflicto ofrece a sus ciudadanos. Pero los enfrentamientos de la última semana han provocado que la jefa de la diplomacia estadounidense se haya encontrado con un panorama menos idílico del que esperaba.
La tensión entre unionistas y nacionalistas se ha reproducido desde que, el pasado lunes, el consejo municipal de Belfast aprobó la retirada de la bandera británica (la 'Union Jack') de la fachada principal del edificio. Esto provocó la ira de aquellos que quieren permanecer en Reino Unido y los incidentes se han repetido desde entonces. De momento, casi veinte ciudadanos han resultado heridos. «La gente puede tener sólidas convicciones, pero no se debe recurrir a la violencia como vía para expresar esas convicciones. El único camino es el pacífico y democrático», apuntó Clinton después de entrevistarse con el ministro principal norirlandés, el unionista Peter Robinson, y su 'número dos', el antiguo líder del IRA Martin McGuinness.
Precisamente, los grupos disidentes de la banda terrorista volvieron a la primera línea de la actualidad. La Policía de Ulster encontró dos artefactos explosivos -preparados para «matar o herir gravemente»- en dos puntos de la provincia. En la noche del lunes, el primero fue localizado estaba diseñado para dañar vehículos blindados. El segundo era una carta-bomba.