Los patios de Córdoba, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad
La Unesco otorga a la fiesta cordobesa la calificación en su cumbre de París, después de una primera negativa en 2011
CÓRDOBA. Actualizado: GuardarLos patios cordobeses fueron ayer inscritos en la lista representativa de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, después de que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) lo decidiera ayer en una cumbre celebrada en París. Un reconocimiento a una tradición cultural que se resarce así de lo sucedido en el pasado mes de noviembre, cuando un informe desfavorable retrasó su inclusión en este selecto club. En febrero quedaron aclarados los puntos sobre los que la Unesco planteaba objeciones, y ayer se confirmó la deseada noticia.
El camino se inició en el año 2009 por iniciativa de vecinos, asociaciones y el Ayuntamiento de Córdoba que decidieron presentar la candidatura. Sin embargo en noviembre de 2011 fue rechazada. Reformulada entre esa fecha y febrero de 2012, la inclusión en la lista llegó en la cumbre de ayer.
La declaración de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad para esta fiesta en la que los vecinos celebran la primavera con la apertura de sus floridas viviendas llegó con un refrendo contundente. «Se trata de una celebración en espacios sociales que promueven el contacto humano y el intercambio cultural», relata el documento de aceptación que añade que es «un evento festivo comunal que proporciona un sentido de identidad y continuidad a los habitantes de Córdoba, que reconocen esta expresión como un componente importante de su intangible patrimonio cultural».
La fiesta de los patios cordobeses, cuyos orígenes se remontan a la época romana, se prolonga durante 12 días en mayo. Para la Unesco, que valoró la participación activa de profesionales y asociaciones, «la nominación describe las medidas actuales y las propuestas para proteger y promover la fiesta de los Patios, fortalecer su viabilidad y garantizar su continuidad con el compromiso de los residentes del país y de Córdoba».
La noticia la conocieron de primera mano en París el primer teniente de alcalde y concejal de Turismo del Ayuntamiento de Córdoba, Rafael Navas, y representantes de las asociaciones de los patios, concretamente la presidenta de Claveles y Gitanillas, Leonor Camorra, y el presidente de Amigos de los Patios Cordobeses, Miguel Ángel Roldán. Ellos estuvieron presentes en la cumbre celebrada en la capital francesa.
Reacciones
Las reacciones se sucedieron desde que se conoció la resolución de la Unesco. El alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto (PP), no escondía su satisfacción y señaló que para su ciudad «ha nacido una fiesta nueva, el Puente de los Patios». El primer edil cordobés, que agradeció el «esfuerzo y el sacrificio realizado por vecinos de toda la vida», advirtió igualmente que la declaración supondrá «dosificar la afluencia de los patios» para que sea una fiesta «de calidad y no de cantidad».
El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, también felicitó a Córdoba y destacó «los valores antropológicos, sociales e identitarios de este verdadero ritual colectivo creado y sostenido por los vecinos». Griñán afirmó que lo logrado es «fruto del trabajo conjunto de asociaciones, vecinos y administraciones públicas».
El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, felicitó a Córdoba por «el magnífico trabajo que ha realizado junto con la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura». Para el consejero de la Junta de Turismo y Comercio, Rafael Rodríguez, con el reconocimiento «salen ganando tanto Córdoba como Andalucía». El consejero andaluz de Cultura y Deporte, Luciano Alonso, achacó la nominación «a la honestidad de la tradición abierta e incluyente y por el empeño de los vecinos y asociaciones».
Celebración
La presidenta del colectivo 'Claveles y Gitanillas', Leonor Camorra, comentó que la calificación lograda es «merecida» y supone el reconocimiento del «trabajo de muchos años». La fiesta se trasladó a las calles de Córdoba, donde muchos ciudadanos y propietarios de patios celebraron la decisión anunciada por la Unesco.