Economia

Alemania y Reino Unido amenazan con retrasar la unión bancaria

El Ejecutivo advierte de que las turbulencias pueden regresar a los mercados si no se cierra un acuerdo antes de finales de año

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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El acuerdo para la puesta en marcha de la unión bancaria se complica y el tiempo apremia. Los ministros de Finanzas de los Veintisiete, que conforman el llamado Ecofín, cerraron su reunión de ayer con un fracaso que hace temer lo peor. Aunque hace varios meses se comprometieron a consensuar el proyecto antes de final de año, el encuentro evidenció que las posturas están muy alejadas. Alemania, Suecia y Reino Unido expresaron los mayores recelos en una cuestión que los mercados vigilan estrechamente. El titular español, Luis de Guindos, advirtió de que si no respetan los plazos previstos, la «incertidumbre» podría regresar a los parqués.

Los Veintisiete se lanzaron a construir la unión bancaria como prueba de su compromiso con el euro. El proyecto perseguía convencer a los inversores de que la moneda única no caería jamás pese a las dificultades de los socios periféricos. Bajo esta premisa, los líderes prometieron que rubricarían antes de final de año un acuerdo sobre el supervisor centralizado del sector, la columna vertebral de toda la armonización. El debate se desarrolla con la máxima intensidad desde que se presentó la primera propuesta en septiembre. Elaborada por la Comisión, la normativa encomienda al BCE la vigilancia de todos los bancos de la divisa común.

Alemania dejó claro desde el principio que el planteamiento de Bruselas no le gustaba. Ayer, el ministro de Finanzas germano, Wolfgang Schäuble, dio a entender que apenas se ha avanzado. «Nadie cree que ninguna institución europea puede supervisar a 6.000 bancos ni siquiera en una década», subrayó. En un intento por proteger a sus entidades regionales, Berlín rechaza que el BCE se ocupe de la vigilancia de todo el sector sin importar el tamaño de las firmas. A su juicio, el control debería ceñirse a las entidades sistémicas, una opción a la que se oponen España, Francia e Italia. De Guindos recordó que la crisis ha demostrado que los bancos pequeños pueden provocar un efecto contagio.

Nuevo encuentro

Fuera de la moneda única, Reino Unido y Suecia también albergan serias dudas. En el caso de Londres, su mayor miedo viene por el impacto del supervisor único en la Autoridad Bancaria, el organismo que elabora la normativa sobre el sector. El Gobierno británico quiere que se modifique el sistema de votación para que los socios integrados en el vigilante común no tengan un poder aplastante. Pese las diferencias, el Ecofín no tira la toalla y volverá a reunirse el próximo miércoles. El objetivo es alcanzar un consenso de cara a la cumbre de presidentes que arranca un día después.

Los líderes europeos concluirán el año con un reto muy ambicioso. Los Veintisiete intentarán acordar las líneas maestras que guiarán la integración de la zona euro durante toda la década. Ayer, se conoció un primer borrador de las negociaciones que se acerca mucho a las tesis germanas. El texto destierra los eurobonos y plantea avanzar en el campo de la coordinación presupuestaria. Para ello, se insiste en la aprobación de la normativa que permitiría a la Comisión exigir cambios en las cuentas nacionales. Además, se plantea que los gobiernos tengan que consultar cualquier decisión económica de relevancia y se firmen contratos para garantizar la puesta en marcha de reformas estructurales.

Cajas y fundaciones

Por otra parte, el Gobierno español ha presentado a las autoridades europeas su propuesta para regular el papel de las cajas de ahorro, que contempla su conversión en fundaciones y la posibilidad de que mantengan el control de sus bancos, siempre que se sometan a una estricta normativa.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, explicó ayer en Bruselas que esta iniciativa contempla que algunas cajas sigan controlando los bancos a los que han transferido su actividad bancaria, pero bajo condiciones. Según fuentes de Economía, cuanto mayor sea la participación de una caja en un banco, mayores serán los compromisos y las obligaciones regulatorias a las que tendrán que someterse.